El alcalde de Villafeliche, Agustín Caro, recibió el pasado fin de semana, en un acto solemne celebrado en el pueblo burgalés de Sotillo de la Ribera, copias de los pergaminos del siglo XVIII hallados en la restauración de una talla del Cristo del Miserere y en los que se hace referencia a la Reales Fábricas de Pólvora que existieron en su localidad.

«En el siglo XVIII, la instalación, que era de la familia real, estaba a pleno rendimiento», explicó ayer Caro, que solicitó copias facsímiles de los pergaminos en cuanto tuvo noticia, hace varios meses, de su curioso hallazgo.

Los documentos, en efecto, se hallaban adosados a la parte trasera de la talla y fueron descubiertos cuando se inició su restauración. «Se trata de crónicas de la vida cotidiana de la época en ese pequeño pueblo de Burgos», dijo.

El alcalde se mostró orgulloso de que el nombre de Villafeliche figure en documentos históricos y señaló que la causa podía estar en que el confesor de Carlos III, el monarca que reinaba en aquellos años en España, tenía relaciones de amistad con el capellán de la catedral de El Burgo de Osma.

Villafeliche conoció un gran desarrollo industrial y social en el siglo XVIII gracias a su fábrica de pólvora. La producción, que se había iniciado en la centuria anterior, se detuvo a principios del XIX, por orden de Fernando VII.

Sin embargo, existe constancia de que algunos vecinos siguieron elaborando pólvora hasta los años 60 del pasado siglo, de forma clandestina, gracias a que aún funcionaban algunos de los numerosos molinos del pueblo.