La tradicional procesión del Corpus Christi que cada año recorre la plaza del Pilar contó ayer con la presencia del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y la Unidad de Caballería. Hacía años que el primer edil no acudía en representación del ayuntamiento a un acto religioso. Lo mismo que los caballos de la Policía Local, que dejaron de hacerlo con la llegada de Zaragoza en Común (ZeC) a la Alcaldía hace cuatro años.

El conservador ya había anunciado que asistiría por «coherencia». «Si ya salía como concejal en la oposición, no sería coherente que no lo hiciera ahora como alcalde», explicó antes de oficiar el paseíllo hasta la Basílica del Pilar, donde se celebró la misa pontifical con motivo de la festividad.

Lo hizo junto a todos los concejales de su grupo y los dos de Vox, convirtiéndose este acto religioso en el primero oficial que ambas formaciones compartían públicamente. Sus socios de Gobierno, Cs, anunciaron que no acudirían en representación del consistorio.

El alcalde declaró que hay que «intentar que Zaragoza sea una ciudad donde haya libertad, donde la gente pueda participar en las tradiciones que le gusten y que aquellos a los que no le guste, respeten a los que lo hacen». Sus palabras iban dirigidas, en parte, hacía los miembros del Movimiento Hacia Un Estado Laico (MHUEL) que, como todos los años, acudieron a la plaza del Pilar para manifestar su oposición a que los cargos públicos protagonicen actos con tinte religioso, como el de ayer.

«Quien quiera participar que lo haga y quien no, no, pero que haya una tónica general de respeto a quien interviene en las tradiciones del ayuntamiento y de la Corporación municipal», añadió el primer edil antes de salir en la procesión, que comenzó sobre las 10.45 horas desde la puerta del ayuntamiento y acabó en la Basílica.

Entre los protagonistas de la jornada se encontraban los caballos de la Policía Local, que ayer volvieron a vestir sus mejores galas para presenciar un acto oficial. El anterior alcalde, Pedro Santisteve, dio la orden de que no acudieran a eventos religiosos. También trató de modificar el reglamento para que la corporación dejase de estar representada, pero no consiguió sacarlo adelante pese a tener el apoyo inicial de PSOE y CHA.