El alcalde de Cetina, José Miguel Velázquez, y la vecina Gumersinda Elorz, de 80 años, han sido condenados a sendas multas por producirse lesiones mutuamente en un incidente que tuvo lugar en una calle del pueblo en junio del año 2012. El responsable municipal deberá abonar una multa de 300 euros, mientras que la cantidad impuesta a la otra acusada asciende a 180 euros.

Los abogados de las dos partes, Antonio Mateo y María Pilar de Bonrostro, anunciaron ayer que recurrirán la sentencia, emitida por un juzgado de instrucción de Calatayud.

"La sentencia recoge que mi cliente causó un leve arañazo a la mujer en un párpado, pero en ningún momento habla de que le propinó puñetazos", subrayó ayer Antonio Mateo.

Por su parte, María Pilar de Bonrostro mostró asimismo su disconformidad con la resolución y discrepó tanto de la condena como del relato de los hechos.

El suceso se registró el 7 de junio del 2012 en la calle Nueva de Cetina, por la noche. La anciana estaba tomando la fresca a la puerta de su casa y, al pasar el alcalde, este se le acercó y le mostró su malestar por las continuas denuncias que su hijo presenta contra los miembros del consistorio y por unas críticas dirigidas contra su padre.

A raíz de este incidente se produjo un forcejeo en el curso del cual tanto el alcalde como la mujer mayor resultaron con pequeñas lesiones.

"Yo no le produje ninguna lesión a esa señora, si acaso sería en las manos, al tratar de repeler su agresión", manifestó ayer el alcalde de Cetina, que explicó que el hecho de que la anciana deba pagar una multa inferior se debe a que esta alegó que carece de recursos económicos y se acogió a la justicia gratuita. "Por lo demás, la sentencia no reconoce que hubiera puñetazos ni que ella sufriera daños psicológicos, como argumentó en la vista oral", añadió Velázquez.