Después de más de dos décadas de reivindicaciones, los alcaldes de las localidades que hacen uso de la carretera N-232 que une Gallur y Figueruelas van a ver este miércoles como lo que era una carretera nacional peligrosa se ha convertido en la autovía A-68. No pueden estar más satisfechos. En la inauguración de los 29 kilómetros de esta obra que ha cumplido los plazos estará presente el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.

El alcalde de Figueruelas, Luis Bertol, hizo hincapié en que ha sido una actuación que ha llegado tarde pero que «está bien lo que bien acaba». A pesar de este final feliz que tantos años ha costado, Bertol recordó que ha habido «muchos accidentes con muchas víctimas, tanto mortales como no» por lo que el error de esta gran tardanza sigue estando presente. «Ahora los deseos se van a hacer realidad y es un momento para celebrarlo porque todos los usuarios de la comarca nos vamos a ver beneficiados con esta gran obra», explicó Bertol después de lamentar «que no se hubiera invertido en ella mucho antes». Esta vía soporta más de 12.000 vehículos de media diaria por lo que el cambio era más que esperado y solicitado por todas las localidades colindantes.

La alcaldesa de Gallur, Yolanda Salvatierra, aseguró que hoy es «un día histórico» para toda la comarca de la Ribera Alta del Ebro porque después de tantas reivindicaciones por parte de todos los alcaldes que han ido pasando a lo largo de los años «es un sueño que por fin se hace realidad».

Desdoblamiento

Salvatierra explicó que gracias a este desdoblamiento todos los vecinos de las localidades cercanas van a conseguir «ganar tiempo y sobre todo, ganar seguridad». Además, para esta localidad zaragozana «es un cambio muy importante» debido a que la autovía se encuentra muy cercana al polígono del municipio «y tener un buen acceso puede hacer que alguna empresa decida venir aquí y así generar puestos de trabajo y asentar población», explicó Salvatierra.

A pesar de lo que significa para los municipios la apertura de este tramo, hay una cara B relacionada con las obras de la segunda fase, es decir, la carretera que terminaría de unir dichos municipios con la localidad de Mallén. Según informó el alcalde de la localidad, Rubén Marco, creían que iba a estar lista para finales del 2021 pero actualmente las fechas que están dando es de finales del 2022. Unas declaraciones que han pillado por sorpresa a Marco, que cuenta además que todos los beneficiarios de la bonificación de la autopista van a dejar de recibirla, lo que va a suponer que los usuarios deberán o de ir por la carretera en obras o pagar el peaje para trayectos que hacen diariamente después de llevar con esta situación varios años.

Marco se ha visto apoyado por el resto de sus compañeros como s el caso de Salvatierra que contó que a pesar de conocer las dificultades de este último año y lo que supone una obra como esta, «es muy importante que las obras se finalicen en todo el trayecto, incluido el tramo hasta Mallén, y solo así será cuando esté completa del todo».

La inauguración se ha adelantado a la fecha estipulada en el contrato de construcción gracias a la falta de lluvias durante los trabajos de asfaltado.