Alcaldes y responsables institucionales de las comarcas de la Ribagorza (Aragón) y del Valle de Arán (Cataluña) han acordado hoy urgir al Gobierno central a adoptar medidas diversas para mejorar la seguridad en el trazado de la carretera N-230 (Lérida-Frontera francesa por Viella).

El manifiesto firmado por los responsables políticos locales y comarcales, que se han reunido en la localidad de Pont de Suert (Lérida), señala que la seguridad en el trazado del referido eje está condicionado por su carácter sinuoso, por las "duras" condiciones climáticas durante el invierno y por su conservación.

En el escrito expresan su "malestar y enfado" por la situación de "olvido" en la que aseguran se encuentra la N-230, así como por la falta de inversiones en su mantenimiento y en la mejora y adecuación de su trazado.

Señalan que los últimos accidentes registrados en este eje viario a su paso por los municipios leridanos de Pont de Suert y Vilamós, con el resultado de una persona fallecida y otra grave y en ambos con camiones de gran tonelaje implicados, evidencian las "malas condiciones" de esta vía para el alto nivel de tráfico que soporta.

Los responsables institucionales lamentan, además, los reiterados incumplimientos de los compromisos adquiridos desde el Gobierno central para mejorar este eje o transformarlo en autovía, proyecto que se anunció en el año 2000 con un presupuesto de más de mil millones de euros.

Destacan que, a pesar de las mejoras "puntuales" que se han acometido en los últimos tiempos, el incremento del tráfico pesado por la N-230 es "inasumible" para las travesías urbanas que atraviesa el eje.

Añaden que los diversos puntos negros identificados en su trazado y la acumulación de accidentes en los mismos requieren de actuaciones "inmediatas" para garantizar la seguridad de los usuarios.

Alcaldes y responsables comarcales advierten que la N-230 es una vía "fundamental" para las relaciones comerciales de Lérida con Francia, además de ser uno de los pocos ejes de entrada a través del Pirineo Central, una situación, subrayan, que convierte a esta carretera "en un eje viario con proyecciones de crecimiento en un futuro cercano".

En atención a la "importancia" de la N-230 como eje de comunicación con Francia y a su "trascendencia" tanto para la vertebración de los territorios ubicados en su trazado como para la economía de Aragón y Cataluña, los alcaldes exigen una "rápida e inmediata" actuación para garantizar la seguridad en los puntos negros del eje.

Inciden también la necesidad de extremar los controles dirigidos a garantizar el cumplimiento de las normas de tráfico, control de alcoholemia y descansos para los camiones de gran tonelaje.

Demandan una actuación "inmediata" para mejorar los desperfectos del firme en los tramos más deteriorados así como un plan integral para las travesías urbanas, con medidas disuasorias que garanticen la calidad de vida de los municipios afectados.

Solicitan, asimismo, un calendario "efectivo" y con dotaciones presupuestarias para afrontar la conversión de la N-230 en una vía segura, la construcción de variantes en los municipios con travesías y la ejecución de un tercer carril en la calzada.

Además, reclaman que, dado que el trazado de la N-230 afecta a un territorio "sensible" a nivel medioambiental, se tengan en cuenta las propuestas que se hagan desde los municipios afectados.