El Ayuntamiento de Cadrete (Zaragoza) justificó ayer la retirada del busto de Abderramán III de la plaza de Aragón del municipio por el desacuerdo de gran parte de la población y subraya que no responde a una exigencia de Vox, socio de gobierno del PP en el consistorio. El equipo de gobierno trató ayer de templar los ánimos tras la polémica que ha suscitado la decisión adoptada el pasado martes y que ha tenido un gran eco mediático. Las agrupaciones locales de CHA e IU se apresuraron en denunciar la medida ese mismo día.

La alcaldesa, María Ángeles Campillo y el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Jesús García, de Vox, comunicaron que la retirada del busto del califa cordobés, que mandó construir el castillo de la localidad para preparar el asedio a Zaragoza, consiste simplemente en el traslado a la tercera planta del ayuntamiento, ya que allí existe un centro de interpretación sobre ese castillo, a la espera de ubicarse en el museo del mismo, que se encuentra en obras.

Campillo insistió en que el traslado responde a una petición popular, dado que la ubicación en la plaza causaba malestar a la mitad de la población y que el ayuntamiento no hubiera procedido de ese modo si ese desacuerdo no hubiera existido. «Todo el mundo que ha formado parte de nuestro pasado es representativo, pero consideraban que en el centro, en la plaza de Aragón, no hay ningún representante de ninguna dinastía y existen otras muchas personas que tuvieron su importancia en los orígenes de Cadrete y ninguna tiene un busto o estatua en la plaza», dijo la alcaldesa en declaraciones a Efe.

Campillo cree que si se hubiera colocado el busto en su inicio en el entorno del castillo, por ser Adberramán III su fundador, los vecinos en desacuerdo «no se hubieran quejado» porque el problema es «la ubicación», que generó ya entonces «mucha polémica», aunque el entonces equipo de gobierno, dirigido por el PSOE, «no hizo caso». Campillo dice sentirse orgullosa de la historia del municipio y recalcó que la polémica no se debe a que sea la imagen de un califa ni por ser musulmán, sino por la ubicación.

El concejal de Vox insistió en que «no ha sido una exigencia» de su partido, sino que responde a la voluntad de una «gran parte» de la población.