El consumo de alcohol está detrás del 21% de los accidentes de tráfico mortales registrados en las vías interurbanas de Aragón durante el 2019, que se ha saldado con un total de 53 fallecidos, 11 menos que en el 2018. Las bebidas alcohólicas constituyen uno de los principales factores que concurren en los siniestros viarios con muertos, junto con la velocidad inadecuada y las distracciones al volante, en particular, según las últimas estadísticas, las relacionadas con el uso del teléfono móvil.

Con todo, los datos del año recién terminado, que solo recogen los fallecimientos dentro de una plazo de 24 horas, suponen en datos porcentuales un descenso del 17,2% de las muertes en las carreteras aragonesas respecto del 2018, duplicando la reducción que se ha producido a nivel nacional, que se sitúa en un 7,6%.

Para la comunidad, se trata del mejor registro desde el año 2015, cuando se contabilizó el mismo número de fallecimientos. Con anterioridad, en el año 2013, las víctimas mortales descendieron al nivel más bajo de los últimos 10 años, con un total de 52 muertes.

La cifra del pasado ejercicio, sin embargo, no es positiva en todo Aragón. En la provincia de Huesca, con 24 fallecidos, la mortalidad aumenta respecto al 2018, cuando hubo 23 víctimas mortales.

En realidad, el acusado descenso de las muertes se debe casi por entero a que en la provincia de Zaragoza hubo 22 fallecimientos, 11 menos que en el 2018, una cifra que el director provincial de Tráfico, José Antonio Mérida, califica de «muy buenas».

En Teruel, finalmente, el saldo es de siete muertes, si bien inicialmente se consideró que había habido ocho. La disminución se debe a que una de las víctimas, un ciclista, había fallecido por causas naturales, no relacionadas con el tráfico, cuando circulaba por una carretera cerca de Rubielos de Mora, en agosto pasado.

Lógicamente, la disminución de las muertes viene aparejada con un descenso del número de accidentes mortales, que han pasado de los 57 del 2018 a los 48 del año pasado, según los datos facilitados ayer por el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska.

Los tramos más peligrosos, sin desdoblar

En Aragón, al igual que en el resto de España, las vías secundarias (de dos carriles) acaparan más de 70% de los fallecimientos. De hecho, en el caso de la provincia de Zaragoza, resulta significativo también que siete de las víctimas mortales computadas circularan por carreteras nacionales sin desdoblar, en concreto dos de ellos lo hacían por la N-II y otros dos, por la N-232, catalogadas entre las vías más peligrosas de España. Paralelamente, las vías autonómicas, las provinciales y los caminos se cobraron 7, 1 y 2 vidas, respectivamente, frente a las cinco que hubo que lamentar en autopistas y autovías.

Curiosamente, el 2018, con sus 64 fallecidos, fue el peor año de la década pasada, si bien en el 2014 ya se había sobrepasado también el umbral del 60, con 62 personas muertas en siniestros ocurridos en vías interurbanas.

Conviene precisar que estos datos, si bien marcan una tendencia a la baja, son todavía provisionales, pues no tienen en cuenta las muertes de heridos graves que se registran dentro de un plazo de un mes tras el accidente ni tampoco de las muertes que tienen como escenario las calles de los pueblos y ciudades de la comunidad.

Las víctimas son en su mayoría conductores y ocupantes de turismos, furgonetas y camiones, pero incluyen también cuatro motoristas, uno de los colectivos más vulnerables, un ciclista y cuatro peatones.

En Aragón llama la atención asimismo que en caminos y pistas asfaltadas se produjeron durante el año pasado cinco muertes, dos de ellas por caída a cursos de agua como el canal Imperial y el de Zaidín.

Al margen de las estadísticas oficiales quedan los accidentes mortales con maquinaria agrícola, sobre todo tractores, con un total de cinco fallecidos en el conjunto de Aragón.

Estos siniestros tienen consideración de accidentes laborales, al igual que las muertes de dos camioneros, uno al que le cayó encima la carga que transportaba en Castejón de Sos y otro que volcó con el vehículo de recogida de basura que conducía en Bronchales. En ocasiones, la distinción entre accidente laboral y viario es complicada, como cuando un tractor colisionó con un tráiler cerca de Cariñena en noviembre, con un muerto.

Otro factor concurrente, aunque a un nivel inferior que el alcohol, es el consumo de sustancias estupefacientes. José Antonio Mérida llama a analizar los datos con prudencia por la dificultad que entraña detectar el consumo de drogas, o la ausencia del mismo, en heridos graves que fallecen al cabo de un tiempo en el que han estado medicados con sustancias que pueden interferir en los análisis.

"La reducción de la velocidad en vías secundarias ha influido"

Uno de los factores que han contribuido al significativo descenso de la mortalidad en las carreteras aragonesas el pasado año ha sido «la reducción de la velocidad máxima en las carreteras secundarias de 100 a 90 por hora», en palabras de José Antonio Mérida, jefe provincial de Tráfico en Zaragoza y coordinador de Aragón, Navarra y el País Vasco.

«Hay que tener en cuenta que las vías de dos carriles acaparan el 73% de las víctimas mortales que se producen en la red viaria de toda España», explica Mérida, quien, sin embargo, hace una llamada a la prudencia a la hora de interpretar las cifras, pues todavía no se han publicado las referentes a las muertes en un plazo de 30 días y las que se producen en vías urbanas.

Él, personalmente, cree que también ha influido en las cifras, las más bajas desde el 2015 en la comunidad, las campañas de concienciación lanzadas por los responsables de Tráfico y que han tenido como objetivo colectivos como las personas mayores, los motoristas y otros grupos vulnerables.

A Mérida, no obstante, le preocupa el balance de siniestralidad. «Más de medio centenar de fallecidos representa a muchas personas y otras tantas familias golpeadas por la tragedia», reflexiona. «Y las cifras no dicen nada de los heridos graves, de usuarios que pierden la vista, se quedan tetrapléjicos o sufren amputaciones», añade.

Cuatro meses sin muertes en Zaragoza

Mérida destaca el hecho de que Huesca, con muchos menos habitantes que Zaragoza, ha registrado 24 muertes, dos más que la provincia de la capital regional. «Hay muchas colisiones y salidas de vía», explica.

En Zaragoza, su jurisdicción, apunta que resulta llamativo que no se produjera ninguna víctima mortal en cuatro meses salteados: febrero, mayo, junio y octubre. Otro gran caballo de batalla, indica el responsable de Tráfico, va a ser corregir las distracciones al volante, la mayor causa directa de accidentes viarios. «Hay que conseguir que los conductores, como ya sucede con el consumo de alcohol, interioricen que al volante hay que olvidarse del teléfono móvil».

Finalmente, un factor que ofrece muchas dificultades de intervención, dice Mérida, lo representan los conductores de otras comunidades y países que atraviesan Aragón por su condición de tierra de paso.

Los 1.098 muertos del pasado año suponen un récord histórico en España

Tras años de estancamiento, las muertes en carretera han vuelto a caer hasta marcar un nuevo registro histórico. El 2019 ha finalizado con 1.098 fallecidos, el mínimo de víctimas mortales desde que hay registros. La clave ha sido, según el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, la reducción de la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora en la carreteras convencionales que entró en vigor el pasado febrero.

Los 1.098 fallecidos son 90 menos que el año anterior decir, un 7,6% menos. Hasta ahora el récord lo ostentaba el año 2015, con 1.131 fallecidos, pero los años siguientes la cifra volvió a ascender. El año pasado, con 50 millones de desplazamientos más que en 2015 y tres millones más de vehículos más, se han contabilizado 33 muertes menos.

Con el regreso de Pere Navarro al frente de la Dirección General de Tráfico (DGT) y las primeras medidas tomadas por el Gobierno nacido de la moción censura, la situación de estancamiento empezó a cambiar en el último trimestre del 2018 y se ha consolidado en el 2019.

37 días sin muertes

El año pasado se produjeron dos hechos históricos más: por vez primera no se registró ni una solo muerte por accidente de autocar y en 37 días no hubo ni un solo fallecido. Algo que hace años era excepcional ahora ya no es noticia. La media de fallecidos ha sido de 3 al día cuando a finales de los años 80 del pasado siglo se quintuplicaba esa cifra.

La influencia de la reducción de la velocidad máxima en las vías convencionales en la caída de la mortalidad viene avalada por un dato rotundo. En las carreteras donde esa velocidad bajó de 100 a 90 km/h la caída de muertes ha sido del 9,5%, dos puntos por encima de la media.

Para Ramon Ledesma, asesor de PONS Seguridad Vial, que llevaba años reclamando la bajada de velocidad en las vías convencionales, el récord histórico se ha debido a que «se han tomado las primeras decisiones en 6 años». «El problema principal se centraba en el escenario de la carretera convencional, donde tenía lugar el 80% de los fallecidos», recordó.

Cifras pendientes

Con todo, en instancias oficiales las cifras de este primer balance se toman con prudencia debido a que todavía están pendientes de elaboración las estadísticas, más completas, que incorporan todas las víctimas que se producen dentro de un plazo de 30 días tras el siniestro.

Asimismo, recuerdan que todavía están pendientes de presentación las cifras locales, que reflejan los accidentes que tienen como escenario las vías urbanas de pueblos y ciudades y que reflejan un capítulo tan importante como el de los atropellos.

Estos balance se irán dando a conocer conforme avance el més de enero, de forma que no se tendrá una visión completa de la evolución de la siniestralidad vial en España hasta finales de mes. El acopio de datos permitirá a partir de ese momento tomar medidas correctivas.

El número de motoristas fallecidos se dispara un 22%

El balance arroja algunas sombras. Los últimos meses vuleven a marcar un estacamiento que fuentes de la DGT atribuyen a la imposibilidad de tomar nuevas medidas ya anunciadas debido a la ausencia de un Gobierno en plenitud de facultades. Ledesma recuerda que las dos más importantes eran aumentar la detracción de puntos por el uso del móvil y la reducción de la velocidad de 30 km/h en las calles de un solo carril por sentido. Si Pedro Sánchez no logra formar el nuevo Ejecutivo pronto, las cifras del 2020 podrían ser negativas. El lado más negativo es el de los motoristas. El número de fallecidos en este colectivo ha sido de 274, un 22% más que en el 2018. Grande-Marlaska ha anunciado un plan de actuación que abordará los 100 puntos de alta siniestralidad para los vehículos de las dos ruedas y pormocionará el uso de airbags.