El alcohol sigue ganando terreno año tras año entre las drogas que provocan más casos de adicción. Así lo corrobora la memoria anual del Centro de Solidaridad de Zaragoza (CSZ), que ayer se presentó en la sede del Justicia de Aragón y que arroja un total de 1824 atenciones.

José Ignacio Bonafonte, presidente del comité ejecutivo del CSZ, y Jesús Sánchez Felipe, director de la fundación, junto al Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, dibujaron el perfil que más aumenta: mujer de 40 años afectada por la crisis, inmersa en un proceso de separación o divorcio, que asume en solitario las cargas familiares, se siente aislada y cae en el alcohol. Durante el año 2013, fueron atendidas 173 personas (un 23% más que en 2012) de las que 58 eran mujeres (un 40% más). Los jóvenes también son presa fácil por el fenómeno del botellón. "El alcohol sigue estando bien visto en nuestro país, es considerado un alimento, pero ahora se impone la ingesta de bebidas de alta graduación en poco tiempo", describió Jesús Sánchez, quien alertó de la despreocupación de las familias con este fenómeno: "La crisis está relativizando los casos de intoxicación etílica. Los padres tienen muchos problemas y pasan por alto que sus hijos lleguen bebidos a casa. No asumen la gravedad de la situación hasta que no aparecen muestras de violencia, fracaso escolar y consumo de cánnabis".

La cocaína sigue siendo la droga de mayor consumo, aunque se estanca y el 88% de los jóvenes que inician un tratamiento lo hacen por consumo de cánnabis.