La consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría, ha explicado hoy que la aportación de la administración a la I+D+i ha pasado desde un 21,66 por ciento del total en 2014 a un 25,61 en 2016, lo que sitúa a Aragón en el tercer puesto entre todas las autonomías españolas.

La consejera ha respondido con este dato a la interpelación que le ha formulado en el pleno el diputado del PP Modesto Lobón, quien ha reconocido el esfuerzo del Gobierno de Aragón a pesar de lamentar que lo que se está haciendo "no es suficiente".

Lobón ha dicho que el porcentaje del PIB que Aragón destina en conjunto a la I+D+i fue en 2016 del 0,89 %, y que aunque el dato de 2017 aún no se conoce, este rondará el 1 %, algo que podría servir a la consejera para decir que "el bache se ha superado", aunque eso sea "una falacia".

Y eso es porque la aportación de las empresas a esta inversión está disminuyendo, ha añadido.

Por eso, ha reclamado a la consejera que agote todos los presupuestos destinados a este fin y ponga en marcha un plan de estímulo, en la línea de lo anunciado por el presidente, Javier Lambán, de creación de una unidad dependiente de Presidencia que aglutine el esfuerzo que hacen todas las consejerías en este ámbito.

Alegría ha apuntado que la administración pueda hacer de "elemento tractor" para favorecer la colaboración público-privada, y en este sentido se ha imprimido un giro a la actividad del ITA, del CITA y del Parque del Aula Dei y se ha mejorado su financiación para mejorar la situación de los recursos humanos y dar estabilidad a las políticas públicas.

Lobón le ha replicado, no obstante, que falta por ejemplo un plan fiscal de incentivos empresariales, porque el Gobierno de Aragón está haciendo "lo mismo de siempre, con más o menos presupuesto", con lo que "le falta una novedad radical".

Alegría ha rehusado que esto sea verdad, y ha dicho que en lugar de la "originalidad" en su departamento han creído "en el compromiso y el trabajo".

Y ha reprochado las críticas del PP cuando en la anterior legislatura, entre otras cosas, se eliminaron las ayudas Araid, se disminuyó el presupuesto de los institutos de investigación y no se puso sobre la mesa, como sí se ha hecho en esta, una ley de ciencia.