Industrial

Acaba de escribir el relato de su vida, que ha transcurrido 42 años en Africa. Allí se dedicó al negocio de la madera, pero sobre todo, dejó su huella en las numerosas actividades sociales que desarrolló para los nativos. Hoy, desde Movera, nos habla de Una voz en Africa (Edhasa), que se presenta esta tarde en la Diputación de Zaragoza.

--¿Cómo resumiría su vida en pocas líneas?

--Interesante porque he vencido todas las dificultades.

--Tantas dificultades que a veces pensaría que eran demasiadas.

--No, nunca es demasiado cuando piensas que tienes que vencer todo lo que se te presente. Nunca dije hasta aquí hemos llegado, porque ya llevaba conmigo el propósito.

--Hay quienes han estado en Africa y han venido cambiados. Pero ustedes han regresado.

--Hemos regresado porque hemos venido a nuestra casa y la nostalgia de la tierra se tiene siempre. Cuando más la sientes es cuando piensas que no puedes volver.

--Fundaron escuelas en Gabón.

--Sí, había escuelas con ocho profesores más la guardería de los pequeños. Había que pagar los sueldos de los maestros, pero teníamos 300 niños más 70 en la guardería.

--Se dedicaron a la madera.

--Son buenas maderas y nosotros siempre respetamos el bosque. En una ocasión vino el secretario general del partido ecologista alemán y nuestra explotación fue programada por la TV suiza como ejemplo.

--Mamá Concha es toda una institución en Gabón.

--Sin duda. Por la decisión propia de los africanos. Lo más importante es que los respetes y que demuestres tu superioridad por el respeto, sino estás perdido. Les pusimos luz eléctrica, televisión y para ellos somos el papá y la mamá.

--¿Entienden que muchos surafricanos llegan en pateras?

--No, no lo puedo entender ni aprobar tampoco. Cuando un hombre sale de casa a un país extranjero nos exigen todo tipo de responsabilidad y garantía para que en el país donde te vas a instalar no cometas ningún error; incluso te hacen pagar el billete de vuelta.

--¿No vienen desesperados?

--Africa es el continente más rico de la tierra. Esa gente podría encontrar otro sistema de vida antes que exponerse ellos y sus familias a morir en el mar. A ellos les suelen engañar las mafias que les traen, diciéndoles que aquí se gana mucho dinero o que todo es gratis. Todo aquel que vaya a Africa debe pensar en los africanos antes que en ellos mismos. Hay mucho que hacer por ellos, pero nunca aceptaré que corran un riesgo tan grande. Nosotros dejamos allí la riqueza de la cultura, algo que ha sido reconocido por el gobierno de Gabón y el de España.