La primavera recién iniciada será dura para los alérgicos al polen, sobre todo si viven en el interior de la península ibérica y residen en una ciudad. Los expertos vaticinan que los seis millones de afectados que existen en España empezarán a acumularse en las urgencias de los hospitales, agotarán los pañuelos de papel y deberán armarse de antihistamínicos.

Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEIAC), las concentraciones de polen serán superiores a 6.000 granos por metro cúbico de aire y rondarán los 7.000 granos en mayo y junio. Por encima de 4.500 los niveles se consideran elevados. Pero según explica el doctor Alberto Duce, alergólogo del Hospital Clínico de Zaragoza, "para que haya una importante polinización tienen que darse todavía una serie coincidencias como que haya un periodo largo de anticiclones y fuerte viento".

EN ARAGON, LAS GRAMINEAS Las plantas que más trastornos producen en Aragón son las gramíneas y los cereales, fundamentalmente en mayo y junio. En principio se prevé que sea una primavera peligrosa para los alérgicos, ya que ha habido abundante lluvia entre los meses de octubre y enero y, por tanto, se espera una buena cosecha. Aunque todavía queda por saber si al final de primavera habrá periodos anticiclónicos y fuertes vientos. Esto es lo que finalmente provocaría que la polinización llegara hasta las ciudades y municipios provocando una propensión de los habitantes de la comunidad a los síntomas típicos de la alergia, como ojos rojos, conjuntivitis, estornudos u obstrucción nasal.

"Al igual que cuando avisan de una borrasca hay que sacar el paraguas, quienes ya hayan padecido síntomas deben tomar precauciones para combatirlos", asegura Duce. Hay recomendaciones generales para los alérgicos, en principio hay que someterse a un tratamiento en cuanto aparezcan los síntomas.