Binéfar, con 85 casos positivos confirmados de coronavirus, se ha convertido en un preocupante foco de transmisión de la enfermedad, por lo que las autoridades aragonesas están interviniendo ya en la localidad para evitar que la propagación de la enfermedad desborde los recursos sanitarios y ponga en grave peligro la salud de sus cerca de 10.000 habitantes y de las zonas colindantes.

El epicentro de la pandemia se halla en dos industrias cárnicas que suman 1.600 trabajadores, y tanto la Consejería de Sanidad como los sindicatos laborales temen que la movilidad geográfica y las viviendas hacinadas en las que viven muchos de los obreros se conviertan en rápidos vectores de transmisión del patógeno.

En este contexto complicado, la primera medida urgente que se va a adoptar es la realización de tests masivos a los trabajadores. La rapidez es clave para crear una barrera que contenga la expansión de la enfermedad pues muchos de los trabajadores residen en poblaciones situadas en un radio de 40 kilómetros en torno a Binéfar. La realidad es que, si no se ataja el problema sobre el terreno, la pandemia se extenderá sin control mucho más allá de los términos del municipio.

«El Salud va a hacer gran cantidad de análisis a los trabajadores y los que den positivo se someterán a un confinamiento efectivo», subrayó ayer Alfonso Adán, alcalde de la capital de la comarca de La Litera.

Determinar la incidencia

Las pruebas de detección se centrarán en las industrias Pinin y Litera Meat, principalmente, pero también alcanzarán a los de otras empresas, así como a los miembros de la Policía Local y de los servicios considerados esenciales, como los bomberos.

Inicialmente, el miércoles se detectaron 54 positivos, lo que disparó todas las alarmas porque se trataba de un porcentaje elevadísimo que corría el riesgo de desbordarse. Pero Alfonso Adán asegura que, «al hacerse mayor número de pruebas, el impacto general en la población general va reduciéndose».

Al multiplicarse y generalizarse los tests, confían las autoridades sanitarias, se podrá saber la incidencia exacta de la pandemia del coronavirus en Binéfar. Sin embargo, las pruebas médicas son solo una de las herramientas para afrontar el contagio y mantenerlo a raya.

Los sindicatos que representan a los trabajadores, que mantienen reuniones con todas las partes implicadas en la resolución del problema, hacen hincapié en el control de los lugares de residencia de muchos de los empleados.

Un número significativo de estos son inmigrantes y viven en viviendas de reducidas dimensiones, con hasta 10 personas hacinadas en espacios de menos de 50 metros cuadrados, según explica José de las Morenas, secretario de Política Sindical e Industrial y Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT.

«Vivir en esas condiciones aumenta las posibilidades de contagio al hacer imposible mantener la distancia mínima de seguridad, fijada en dos metros entre una persona y otra», precisa el experto sindical.

«No se trata de una circunstancia actual, sino que deriva de la precarización de la clase trabajadora a raíz de la crisis económica que se desató en el 2008», continúa De la Morena.

Espacios de aislamiento

En estas condiciones, la vivienda no sirve como lugar de confinamiento. De ahí que el ayuntamiento binefarense se haya puesto en contacto con empresas hosteleras de la localidad que ofrezcan espacios controlados para aislar con garantías a personas que no puedan ponerse en cuarentena en su domicilio.

Otro aspecto de importancia crucial, señala De la Morena, es la seguridad sanitaria en el lugar de trabajo. Y en este sentido, indica, los mataderos y otras instalaciones fabriles han tomado medidas de prevención del coronavirus que abarcan incluso los comedores colectivos.

El control de los riesgos, advierte el miembro de UGT, es el resultado de la adopción de medidas de tres tipos: organizativas, higiénicas y preventivas. «En todos estos apartados existen protocolos que están para cumplirse», manifiesta.

Entre las actuaciones de tipo preventivo, destaca, figura en muy primer lugar la realización de tests masivos. Además, una obligación fundamental de las empresas y los trabajadores es «crear cauces de información y comunicación que aborden todo lo relativo a las cuestiones de seguridad, de manera que no quede ningún riesgo sin recibir una respuesta adecuada».

Binéfar y su entorno se enfrentan a un desafío que requiere una movilización general de los recursos municipales y los que aporten otras administraciones. En esta situación, el papel de los servicios sociales del ayuntamiento resulta más necesario que nunca. Y, de hecho, el consistorio ya ha previsto su movilización para que asistan a las familias sometidas a confinamiento y les faciliten la vida cotidiana.

El ayuntamiento pide más efectivos policiales

El Ayuntamiento de Binéfar ha solicitado a la Subdelegación del Gobierno en Huesca más efectivos de cuerpos de seguridad para reforzar los locales destinados al confinamiento de los contagiados, con el objetivo de intensificar el control de la observancia de las medidas de aislamiento.

Además, el consistorio informó ayer de que continúa con las labores de desinfección de espacios públicos y más frecuentados, como el polígono industrial, los aparcamientos de supermercados, los centros de asistencia y las estaciones de servicio. Las autoridades municipales destacan que estas labores se iniciaron con el estado de alarma, pero consideran que deben hacerse con más intensidad.