El río Ebro y otros grandes cauces del país, como el Duero, el Tajo o el Segura, han perdido hasta un 23% de su caudal en el último siglo, según advirtió ayer la organización ecologista Greenpeace, que reclamó un "giro radical" en la gestión del agua ante el anunciado cambio climático en el continente.

Según Efe , el colectivo consideró que el reciente informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente sobre el citado cambio climático "no puede ser más demoledor" por lo que se refiere al futuro de los recursos hídricos en España.

A juicio de Greenpeace, es "necesario, prioritario y urgente reparar los errores" y afrontar las consecuencias del fenómeno, en un país que se verá especialmente afectado.