Las estatuas de Alfonso I El Batallador y del León del Parque José Antonio Labordeta de Zaragoza, conocido como Parque Grande, lucen ya restauradas tras los trabajos de limpieza y mantenimiento llevados a cabo por el Ayuntamiento de la ciudad.

La Unidad de Patrimonio Cultural del Servicio de Cultura ha realizado estas intervenciones con motivo del centenario de la realización de la escultura del monarca por el zaragozano José Bueno y la celebración de los 900 años de la conquista, han indicado desde el consistorio en una nota de prensa.

"Si hay un ejemplo de incorporación pacífica y, pese a todo, de convivencia en la historia es este: la entrada del rey Alfonso, la capitulación y la seguridad de que las tres culturas iban a convivir durante los siguientes siglos en la Zaragoza que ya era parte del Reino de Aragón", ha señalado el consejero de Cultura, Fernando Rivarés, durante la presentación de las renovadas estatuas.

El acto ha estado amenizado por un pasacalles de música tradicional de dulzainas y tambores "Bucardo" y por la escenificación a cargo del grupo de recreación Caballeros de Exea, en la que han participado también tres gigantes de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos (el rey Alfonso y los Bearneses) y unas cuarenta personas vestidas de época.

El conjunto del monumento, integrado por la escultura del rey Alfonso I y la del león como símbolo de la ciudad de Zaragoza, está formado por un basamento de planta rectangular, en piedra sillar, con una meseta en la parte delantera en la que se colocó la estatua en bronce de un león rugiente.

Sobre el basamento se yergue un grueso pilar con forma de torre construido en piedra de albortón, adornado en su parte superior por un friso de arquillos de medio punto diseñado por el arquitecto Miguel Angel Navarro, a modo de torreón medieval, que sirve de pedestal a la estatua colosal de Alfonso I, de 6,50 metros de altura, labrada en mármol de Carrara.

Tal y como han detallado desde el consistorio, José Bueno empezó a modelar en barro la estatua en 1918, coincidiendo con el 800 aniversario de la conquista de la taifa musulmana por Alfonso I, aunque los trabajos preparatorios se dilataron en el tiempo y la instalación definitiva no se llevó a cabo hasta unos años más tarde, en 1925.

En cuanto al león, fue modelado por el comandante de infantería Virgilio Garrán y fundido en los Talleres de Averly en 1927.

El tratamiento que se ha planteado a la escultura de Alfonso I ha consistido en trabajos de limpieza, eliminación de vegetación y grafitis y la reposición de todos los morteros disgregados o desaparecidos.

La escultura de bronce del león se encontraba en un estado de conservación muy deteriorado y los trabajos de restauración y limpieza se han realizado en una fundición zaragozana.

Además de este monumento, el Ayuntamiento de Zaragoza ha llevado a cabo a lo largo del año los trabajos de restauración de otras obras artísticas ubicadas en diferentes vías públicas de la ciudad, con un presupuesto que ha ascendido a más de 45.000 euros.

Así, en el Parque José Antonio Labordeta se han reparado los bustos de Joaquín Dicenta y de Eusebio Blasco, y en la Plaza Aragón los de Julio Monreal y Ximénez de Embún y de Mariano de Cavia.

Igualmente, se ha restaurado el monumento "La siesta", de la Plaza Paraíso, la "Locomotora de Vapor Baldwin", ubicada entre el puente de La Almozara y la calle Valle de Broto, los restos arqueológicos de la Plaza Mayor del distrito de San José.