El exinterventor del Gobierno de Aragón, Alfonso Peña, asumió ayer el cargo de presidente de la Cámara de Cuentas con el compromiso de elaborar un plan estratégico para que este organismo fiscalizador tenga un impacto real, con informes «exactos», «claros», «cortos» y con conclusiones «precisas». Junto a Peña, quien era hasta ahora vicepresidente de la institución, tomaron también posesión Rosa Montolío y Luis Rufas, quienes ostentarán el cargo de vicepresidentes.

Al acto acudieron la Mesa y la Junta de Portavoces de las Cortes al completo, el presidente autonómico, Javier Lambán, el consejero de Hacienda y Administración Pública, Fernando Gimeno, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, el Justicia, Fernando García Vicente, así como dirigentes de organismos fiscalizadores de Navarra, Andalucía, Comunidad Valenciana o Cataluña. En su discurso tras prometer el cargo, Alfonso Peña defendió la necesidad de instaurar precauciones adicionales a la labor de las instituciones, porque ni personas ni gobernantes son «ángeles», y se comprometió a ejercer esta nueva responsabilidad con plena «dedicación, independencia y profesionalidad».

Peña alabó al equipo de 30 personas ampliamente capacitadas con las que cuenta la cámara, creada en el 2010, pero resaltó que «no todo está conseguido», porque la institución todavía es «joven» y, por tanto, «demasiado frágil». También destacó la figura del presidente saliente, Antonio Laguarta, de quien destacó su «valentía» para asumir la primera presidencia al final de su carrera y por «abrir las ventanas» del organismo a la sociedad.

Por su parte, la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, felicitó a los nuevos miembros de la Cámara de Cuentas y consideró «de justicia» agradecer al presidente saliente todos sus esfuerzos para poner en marcha la institución.Por otro lado, ha expresado que el grado de madurez de una sociedad democrática está íntimamente ligado a sus instituciones de control.