Mandar a un concejal electo a la iniciativa privada entraña sus riesgos, por la incompatibilidad con el cargo que ostenten o por el conflicto de intereses que pueda producirse. Pero supone un problema más grave aún en el caso de los ediles que ya trabajaban en una empresa antes de serlo y que tienen una excedencia condicionada a que su dedicación en el consistorio sea exclusiva. Así, podría verse incluso forzado a abandonar el acta.

Como los que son funcionarios municipales (hay seis). En el caso de Julio Calvo, es funcionario pero no le afecta por serlo de otra institución.

Si se abre el debate tendrán que escoger, los afectados, entre la dedicación parcial y el denominado cobro por asistencia. En el primer caso, la retribución básica se reduciría en un porcentaje por determinar pero cotizaría en la Seguridad Social. En el segundo, tendrían que darse de alta como autónomos.