La Feria Agrícola, Ganadera, Industrial y Comercial del Bajo Aragón, Expo-Caspe, se inauguró ayer con la presencia del consejero de Industria, Arturo Aliaga, quien destacó en su intervención la importancia que esta cita ferial tiene para la comarca, ya que "estamos ante una edición en la que sus organizadores se han enfrentado al reto de avanzar hacia una mayor profesionalización". Aliaga aclaró que desde el departamento de Industria, Comercio y Turismo se está trabajando en una legislación de actividades feriales "para lograr una mejor ordenación de las mismas". De hecho, el próximo año está prevista la celebración en Aragón de 120 ferias, "por lo que tenemos que potenciar estos eventos", declaró Aliaga.

Esta apuesta por profesionalizar Expo Caspe es algo que han demandado los expositores, cuya presencia se ha duplicado respecto al año pasado hasta llegar a los 200. El espacio expositivo también se ha incrementado y ha alcanzado los 10.000 metros cuadrados. El consejero de Industria, acompañado de la alcaldesa de Caspe, Teresa Francín, y de representantes de la Comarca del Bajo Aragón zaragozano, recorrió gran parte del recinto, que este año cuenta con muchas novedades. En concreto, se ha hecho una redistribución del recinto ferial en tres pabellones cubiertos, uno de ellos para la alimentación y venta directa; otro para el comercio local de Caspe y el resto de expositores y, el último, para la automoción en general. Finalmente, en las parcelas exteriores hay maquinaria agrícola como tractores y otros materiales.