El consejero de Industria del Gobierno aragonés, Arturo Aliaga, visitó ayer la nueva planta de procesamiento y tratamiento de residuos de la construcción abierta en Huesca por la empresa Reciclados y Derribos del Pirineo.

Acompañado de la alcaldesa de Huesca, Ana Alós, el consejero recorrió las nuevas instalaciones para comprobar el funcionamiento de un sistema que separa, clasifica y almacena residuos de PVC, vigas de hormigón, madera, traviesas de tren y plásticos para convertirlos en arena, tierra vegetal y áridos reciclados.

Con unas instalaciones que ocupan 9.000 metros cuadrados de terreno, Reciclados y Derribos del Pirineo ha ampliado su actividad original como industria, las demoliciones y los desguaces, con el reciclaje de residuos de la construcción, incluidos los catalogados como peligrosos.

La empresa dispone de una plantilla de 23 personas, de las que 16 tienen algún tipo de discapacidad, y combina objetivos de carácter económico y de rentabilidad con otros medioambientales y sociales.

Según fuentes del Gobierno aragonés, esta industria ha realizado obras de gran importancia, tanto en Aragón como en otros puntos de España, relacionadas con el desmontaje de instalaciones industriales, líneas eléctricas y trazados ferroviarios.

Además, Reciclados y Derribos del Pirineo colabora con numerosos ayuntamientos en la creación de puntos limpios de recogida temporal de residuos industriales para su posterior tratamiento en la planta oscense, lo que permite solucionar los problemas de vertido que se originan.

Asimismo, al transformar escombros contribuye de forma activa a mantener limpio el medio ambiente, pues evita su vertido en los puntos establecidos a tal efecto.