Hay días en los que uno contempla la actualidad como si mirase uno de esos pirulos op-art que al girar te hipnotizan con sus espirales. Es lo que pasa cuando los jóvenes antifascistas hacen el fascista por las calles, ahora precisamente que los fachas originales ya pasaban casi desapercibidos. A buenas horas venís, hijos míos, a poneros gallitos.

Y no te repones de una cuando salta otra. El PP se toma a coña la Cumbre Iberoamericana porque, según dijo Rajoy, allí no había ido ni el Tato . Lo cual era cierto, pues el Supertato Bush estaba a esas horas en Santiago montando follón con sus guardaespaldas y pasándose la soberanía nacional chilena por el forro del Servicio Secreto estadounidense. Pero éste es el signo de los tiempos y nadie saca a la derecha española de su obsesión por volver a enfeudar nuestro país al gran señor de Washington. ¿Qué fondo de cohesión, qué ventaja comercial, qué maravilla petrolífera habremos de obtener con ello? Vayan ustedes a saber.

Zaplana dice que los atentados del 11-M estuvieron teledirigidos. ¿Por quién? ¿Desde dónde? La imaginación es libre, pero lo que sugiere el insidioso portavoz pepero tiene un objetivo político obvio (y bastante miserable, por cierto). Buttiglione asegura que el pronunciamiento en su contra del Europarlamento fue un acto de discriminación a los cristianos. O sea, que si los representantes elegidos por los norteamericanos votan presidente a George W. es una fiesta de la democracia; mas si los diputados europeos rechazan un Consejo de Gobierno porque no les convencen algunos de sus miembros es un acto de persecución religiosa. Chúpate ésa.

Han estrenado en los cines una película cargada de simbolismo, AvsP . En ella, Alien y Depredador, dos crueles especies extraterrestres que en su día protagonizaron filmes distintos, se encuentran cara a cara para librar una horrenda batalla. Se supone que el vencedor podrá luego merendarse tranquilamente a la humanidad... Glup.