El camino hacia la llamada nueva normalidad en Aragón sigue dando pasos adelante y ofreciendo alternativas que, durante tres meses, han permanecido en letargo. Una parada obligada será a partir del 15 de junio el Palacio de la Aljafería, que reabre sus puertas al turismo después de tres meses cerrado a las visitas -desde el 13 de marzo- para evitar contagios por coronavirus y manteniendo tan solo la actividad parlamentaria indispensable presencial en su interior.

El Palacio de la Aljafería fue en el 2019 el segundo edificio más visitado de Aragón con más de 300.000 turistas, y reabre sus puertas con las condiciones que exige la nueva normalidad. Según explicó ayer el presidente de las Cortes, Javier Sada, la Aljafería quiere ser un «símbolo» de este nuevo tiempo con su reapertura, para fomentar «el turismo y la hostelería en Aragón, y especialmente, en Zaragoza». Para ello, por unanimidad, se ha decidido que las entradas sean gratuitas durante este verano, y se estudiará si continúan siéndolo hasta final de año.

Las visitas al palacio se realizarán con cita previa telefónica, que deberá ser concertada de lunes a viernes, en horario de 9.00 a 14.30 horas. El monumento recibirá visitas todos los días de la semana entre las 10.00 y las 14.00 horas y de 16.30 a 20.00 horas. En esta línea, se ha reducido aforo y, para favorecer su control, cada visitante no deberá permanecer dentro del palacio más de una hora. Además, se han excluido de la visita algunos espacios por las pequeñas dimensiones de los mismos. El aforo queda limitado a 20 personas cada 15 minutos, lo que supone unos 400 visitantes al día.

Para garantizar la seguridad, se eliminarán los folletos y las entradas en papel, así como cualquier dispositivo táctil, y estará prohibido tocar las superficies del edificio. El uso de mascarilla será obligatorio y se deberá respetar la distancia de seguridad de dos metros entre personas. Los protocolos de limpieza y desinfección se han intensificado y se han colocado dispensadores de gel hidroalcohólico en diversos puntos del edificio. Además, se deberá respetar el recorrido señalizado dentro del palacio.

El visitante podrá descubrir esta joya del patrimonio aragonés con guías presenciales que se encontrarán en los distintos puntos del edificio, pero también a través de contenidos en su teléfono móvil.