Familiares de la tripulación del Yak-42 responsabilizaron ayer del accidente a los controladores aéreos del aeropuerto de Trabzon, a los que exigen 2,5 millones de euros. El letrado de estos parientes señaló que después de haber oído la cinta de la conversación entre el piloto y la torre de control, ésta no le advirtió de que estaba prohibido girar al sur. "Al final de los 43 minutos de diálogo, la torre pide al piloto que comunique su posición, a lo que éste responde ´ascenderé a 4.000 pies´. Inmediatamente después, se escucha un fuerte grito del piloto, antes de que el avión se estrelle", indicó.