El campanario de Asín fue cubierto de tejas y ladrillos hace unos años para dejar espacio a una especie de almacén sobre el tejado en el que las cofradías y otras organizaciones vinculadas a la parroquia guardaban su enseres y herramientas. Con buen criterio a finales de los años noventa, teniendo en cuenta que todos los añadidos no aportaron ningún elemento artístico especial, se decidió retirar todo el añadido. Además estaba dañando la estructura de Santa María pues no se había diseñado para albergar este tipo de remiendos y el ábside comenzó a resquebrajarse. De este modo, la iglesia ha recuperado su aspecto románico exterior convirtiéndose en el orgullo de todo el municipio.