Que los presupuestos participativos de Zaragoza dan cabida a todo tipo de ideas está fuera de toda duda. Cada cual puede pedir lo que desee, en representación de quien sea, y luego esperar a que el distrito lo secunde. Pero eso no quita para que algunas iniciativas sean especialmente llamativas, salgan o no, por quién, cómo o qué sugieran. Y eso es lo que explica que en La Almozara se plantee la construcción de un nuevo estadio, con capacidad para 5.000 localidades, en el párking Sur de la Expo.

Se trataría de un campo de nueva construcción con un aforo casi idéntico a El Alcoraz, el feudo de una Sociedad Deportiva Huesca que ahora pugna por subir a Primera Divisón, pero para que lo utilice un club como el Deportivo Ebro (ahora en Segunda B), y el Deportivo Aragón y el zaragoza Féminas, filial y equipo femenino del Real Zaragoza. Es decir, un vecino del barrio ha decidido pasar del debate de si el Ebro usa el estadio municipal La Romareda junto al club blanquillo, como planteaba Zaragoza en Común (ZeC) y hasta el alcalde, Pedro Santisteve, a construirle un nuevo estadio con fondos municipales.

Lo llamativo es que este vecino no es cualquier vecino. Esta idea surge de Luis Pastor, quien fue número dos del presidente del distrito, Alberto Cubero, edil de ZeC, hasta diciembre del 2016, cuando dejo la vicepresidencia por razones personales. O que lo haga sin consultar a los clubes deportivos a los que, explica, iría dirigida esta infraestructura millonaria. O que conozca a la perfección las limitaciones económicas del consistorio y, especialmente, en el área de Deportes, de la que fue responsable, entonces en las filas de CHA, hace más de diez años. Y, por si fuera poco, hacerlo en un momento en el que la discusión municipal pasa por la toma del control absoluto por parte del Gobierno de ZeC de sociedades como Zaragoza Deporte. La que lleva Pablo Híjar.

«Es una propuesta que me planteo yo. No lo he hablado con los clubes pero los vecinos que seguimos al Ebro y al club de referencia de la ciudad vemos la necesidad de tener un campo que se ajuste a la capacidad de estos equipos, con un campo que reunieran las mejoras que no ha recibido nunca el Pedro Sancho -donde juega el Zaragoza Féminas- o que no se ajusta al futuro que puede tener el Ebro», explicaba ayer a este diario Pastor. En realidad, sería una locura pedir costear un estadio con unos presupuestos participativos que a La Almozara no le da ni un 5% de lo que se necesitaría para las obras. Su idea es «que se hagan los estudios de lo que costaría».

También resta importancia a no haberse dirigido a clubes que son privados y deciden donde juegan sus equipos. «Me trae sin cuidado lo que opine la directiva del Real Zaragoza, a los aficionados nos vendría mejor ir a La Romareda o a un sitio más cercano». Tampoco le sorprende ir en contradirección a ZeC, del que formaba parte. «La propuesta la hago como ciudadano, no como militante», apuntaba. Por esa necesidad de un campo intermedio en Zaragoza del tamaño del Alcoraz.