Tras cinco años de parada, la obra de Montearagón, que había arrancado en el 95, se licitó de nuevo por 32 millones de euros en el 2000. Atrás quedaba un largo proceso previo motivado por la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de realizar nuevos sondeos geológicos. En el 2002 las máquinas volvieron a la obra, pero el desfase presupuestario las volvieron a parar, circunstancia que ha quedado solventada pocos meses después de que el actual presidente de la CHE, José Luis Alonso, tomara el mando.