El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, afirmó ayer que las desaladoras instaladas en España tienen "una probada eficacia, no plantean problemas medioambientales y su coste energético no es superior al que hubiera supuesto un trasvase", como el del Ebro. A su juicio, el proyecto del trasvase planteaba "un tubo de 800 kilómetros, instalado como una especie de montaña rusa, y con alturas, en algunos casos, de 800 metros, que son muy elevadas". E. P.