Desde el pasado mes de junio, la empresa de carsharing (vehículos compartidos de alquiler) Alma Mobility está operando en Zaragoza probando un modelo de negocio que hasta ahora no existía en la ciudad. Con el covid de por medio, «no ha sido el mejor año para poner en marcha una prueba piloto», tal y como reconoce el consejero delegado de la empresa, Antonio Robert, pero aun así se da por satisfecho tras seis meses funcionando. Eso sí, para ello han tenido que reinventarse en parte y centrar sus esfuerzos en el sector de la empresa en vez de en los particulares.

Así, Alma Mobility se ofrece a las compañías para que sus empleados reserven sus vehículos y los tengan siempre disponibles para ir al trabajo. Si en condiciones normales, para alquilar un coche de Alma, hay que meterse en la aplicación y buscar dónde está aparcado el más cercano, con este otro sistema los empleados de las compañías que trabajen con esta firma de carsharing se aseguran disponer siempre de uno de sus vehículos. «Mucha gente se está dando cuenta que es más barato que tener un coche propio. Ya no solo es la gasolina, es el mantenimiento, el seguro y que cada kilómetro que haces resta valor al vehículo. Además, en las familias en las que solo hay un coche no siempre se puede disponer de él», explica Robert, que asegura que esta es una iniciativa pionera y que no conoce que otras empresas de alquiler de coches compartidos que se dediquen al traslado de empleados a sus lugares de trabajo. «Se juntan tres o cuatro personas y van juntas a trabajar, es cómodo y más barato», explica.

En estos tiempos, además, el transporte colectivo de las empresas se ha reducido y muchos trabajadores de los polígonos industriales, que son los principales y potenciales clientes de Alma Mobility, no utilizan el transporte público por miedo o por el tiempo que gastan en el desplazamiento. «En coche hemos calculado que se reduce en un 50% si te desplazas a un polígono o a pueblos de los alrededores de Zaragoza», dice Robert. En la actualidad son 30 personas de diferentes empresas las que utilizan este servicio. Una está en Figueruelas, que es una empresa auxiliar de PSA, y otra en Fuentes de Ebro. «No pretendemos sustituir a las bicis o patinetes en la ciudad, los coches no están pensados desplazamientos de uno o dos kilómetros. Pero sí que resultan útiles para desplazamientos de punta a punta o para ir a desplazarse en el radio de Zaragoza», cuenta. Con respecto al coste, hay algunas compañías que se lo abonan a sus empleados y otras en las que el pago corre a cargo de los trabajadores.

Cuando comenzaron su proyecto la intención era la de poner unos 200 vehículos en la calle, pero a finales de este año acabarán con un máximo de 15 coches, de los que nueve ya están circulando. Dos son los motivos principales de este retraso, explica el consejero Delegado de Alma Mobility: «por un lado la pandemia, que ha reducido mucho la movilidad y los desplazamientos, y por otro el cambio de modelo del coche que utilizamos». En un primer momento, esta empresa funcionaba con un modelo de Volkswagen, el Up!, pero decidieron trabajar con el nuevo Corsa-e, que se fabrica en la factoría aragonesa de Opel por aquello de la vinculación que tiene la marca con la tierra. Eso sí, ambos modelos son eléctricos, y Alma Mobility ya está habilitando puntos de recarga en las empresas con las colabora.

Con respecto a las cifras generales del negocio, Alma Mobility lleva acumulados más de 60.000 minutos de viaje y el trayecto medio, según los datos que tiene la empresa, es de 35 minutos «más de lo que se esperaban». El precio es de 0,99 euros el primer minuto y de 0,30 euros cada minuto después. Los sábados son el día que más operaciones de particulares registran y los destinos más habituales son centros comerciales como La Torre Outlet o Puerto Venecia. “Si en Madrid están trabajando 2.000 o 3.000 coches compartidos en Zaragoza puede haber 200. Ese es nuestro objetivo”, zanja Robert, para lo que cuentan con el apoyo del área de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza.

El 'enchufado' de la empresa

El sistema de Alma Mobility es pionero también por no contar con bases fijas para dejar los vehículos. Uno lo coge donde se lo encuentra y lo puede aparcar donde quiera siempre que esté dentro del radio de acción permitido. Para cargar los coches, que son eléctricos, la empresa cuenta además con la colaboración de los propios usuarios. Si uno quiere, puede convertirse en “enchufado” de Alma Mobility y encargarse de cargar el coche en casa a cambio de privilegios a la hora de alquilar los vehículos. Por el momento la compañía cuenta solo con uno de estos “enchufados”, debido a que desde la dirección ha decidido centrar sus esfuerzos en el mercado del transporte de empresa.