Se abre la puja por la clientela de la alta velocidad en España de cara a una liberalización del mercado en el que la pandemia del coronavirus está condicionando todo. La compañía francesa SNCF se convertía ayer, siendo el último en detallar su oferta, en la única con fecha concreta para su estreno en España: el 15 de marzo del 2021. Una apuesta comercial que abrirá fuego en el corredor más rentable de la red, el eje Madrid-Barcelona, y que al menos no ha olvidado incluir a Zaragoza como parada intermedia desde el primer día. La estación de Delicias recibirá a los nuevos Ouigo (así los ha bautizado la firma gala), fabricados por Alston y que recorrerán la línea cada día cinco veces por sentido.

Así se llama el AVE low cost francés que sale a la palestra para competir con Renfe y que presentaron la directora general de Ouigo España, Hélène Valenzuela, y el director general de Viajeros de SNCF, Alain Krakovitch. Mientras, la operadora española mantiene su apuesta, llamada Avlo, aparcada sine die por el covid (se iba a estrenar en abril de este año pero acabó devolviendo los billetes vendidos), e Ilsa, la tercera en liza y tras la que está Air Nostrum, aún no tiene fecha para su estreno y ha dado pocos detalles de la suya.

Ahora la compañía francesa toma la delantera y ya desde mañana, a partir de las 18.30 horas, se podrán reservar las primeras plazas de su Ouigo que, remarcaron, «no es un copia y pega» del que opera ya en Francia.

Solo compartirá con este los vehículos: 14 trenes fabricados por Alston (tiene 300 en Francia), con 509 asientos, dos pisos y espacios compartidos como un bar cafetería. Los clientes podrán contratar un bono que hacer efectivo cuando «en pocas semanas» se pongan a la venta los billetes. Los primeros 10.000 a una tarifa de lanzamiento de solo un euro para ir a Barcelona y Madrid. Porque su objetivo es «popularizar la alta velocidad» y ofrecerla «al mejor precio». Y en ello hicieron mayor hincapié ayer sus responsables, en que sus tarifas serán «un 50% más baratas de media» que las que ofrece ahora Renfe y en que su mayor diferenciación será el coste: «la innovación más importante es el precio», destacó Valenzuela.

VALENCIA Y SEVILLA DESPUÉS

Su presentación, además, sirvió para priorizar en el corredor Madrid-Barcelona donde se ubica la estación de Zaragoza, subrayar que estos Ouigo recogerán pasajeros en la capital aragonesa y en Tarragona (de momento no en Guadalajara, Calatayud o Lérida), y que más adelante llegarán a otros ejes como los de Valencia y Alicante, o Sevilla y Málaga. Además de comprometerse al mantenimiento de sus trenes a realizar en España, que contribuirá a crear «1.300 empleos directos e indirectos».

Según defendieron los dos responsables de SCNF en la presentación, su idea pasa por centrar en España todas las labores que conlleva la explotación de este servicio y, de hecho, Valenzuela detalló que «se están formando ya a maquinistas que ya tienen experiencia en trenes de mercancías para estar a punto para marzo del 2021». Un periodo de adaptación necesario que comienza con la suficiente antelación y que no consta que Renfe o Ilsa estén haciendo con los suyos. Aunque ese avance se basa siempre en que la pandemia del coronavirus pase pronto y no afecte a sus planes. «Espero que en marzo hayamos salido de esto», respondió la directora general.

Un pinchazo como el que sufrió el Avlo de Renfe, que tuvo que devolver el dinero a los clientes que ya habían comprado billetes para el nuevo servicio, supondría un duro revés. Para una SCNF francesa que no se ha caracterizado por potenciar las conexiones ferroviarias con España (menos aún con Aragón) y que ahora, parece dispuesta a echar el resto con su Ouigo.