La exposición a altas temperaturas puede tener graves efectos sobre la salud, siendo el golpe de calor el más habitual. Ante alguno de sus síntomas como la subida de la temperatura corporal, debilidad, calambres musculares o pérdida de conocimiento, se recomienda solicitar ayuda médica y permanecer en un sitio fresco, consejos y recursos que se complican para las personas que viven en la calle. Las temperaturas extremas en los meses de verano han llegado para quedarse y las previsiones meteorológicas ven probable que los primeros días de agosto los termómetros registren de nuevo datos de récord.

«Estos episodios a la larga pueden producir afecciones para la salud, sobre todo entre las poblaciones más expuestas, como los ancianos y los niños», recuerda la médica de atención primaria zaragozana, Belén Lomba. Realizar actividades al aire libre con altas temperaturas conlleva riesgos como sufrir quemaduras, agotamiento, dermatitis, edemas o deshidratación. «Las poblaciones sensibles sufren la exposición a las altas temperaturas cuando son tan sostenidas en el tiempo», alerta, algo que supone un riesgo considerable para las personas con patologías cardiacas.

En los centros de salud recomiendan mantener las viviendas en penumbra, siempre que sea posible. También ventilar y refrescar en las primeras horas. «Si el cambio climático provoca estas altas temperaturas durante mucho más tiempo habría que cambiar las medidas a adoptar y posiblemente se tuvieran que contemplar ayudas públicas», indica Lomba. Por el momento los profesionales consideran que la responsabilidad particular es suficiente para que estos episodios no influyan negativamente.

Otros consejos que se repiten constantemente tienen que ver con la alimentación: durante las olas de calor lo mejor es optar por comidas ligeras que ayuden a la hidratación como ensaladas, frutas o verduras. Unos alimentos muy recomendables en los próximos días, ya que las temperaturas van a tender a subir, aunque el calor no será para nada sofocante.