La enseñanza de aragonés en la escuela, que este año cumple veinte años, ha experimentado un incremento del 80 por ciento del alumnado en lo que va de legislatura.

Las clases comenzaron en el curso 1997-98 en cuatro localidades (Jaca, Biescas, Aínsa/L'Ainsa y Benasque/Benás) gracias a un convenio entre el Gobierno de Aragón y los respectivos ayuntamientos, con 250 alumnos y 4 docentes, recuerdan fuentes del Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

En los dieciocho cursos siguientes, el número de profesores se elevó a ocho (seis de Primaria y dos de Secundaria) y se llegó a los 615 alumnos.

Desde el curso 2015-16 al actual, el número de docentes ha pasado a veinte (quince de Primaria y cinco de Secundaria) y los alumnos alcanzan los 1.068, lo que supone un incremento del 80 % respecto al inicio de la legislatura, según dichas fuentes.

Los docentes enseñan lengua aragonesa en las distintas variedades locales en los valles de Ansó, Echo, Tena, Bielsa, Gistaín/Chistau y Benasque/Benás, así como en los centros de la Baixa Ribagorza.

Durante esta legislatura el aragonés ha llegado a Ayerbe, Bolea, Lupiñén, Sabiñánigo, Almudévar, Peralta de Alcofea, Fonz-Estadilla y Graus.

Además, gracias al convenio con la Universidad de Zaragoza, se utiliza como lengua vehicular en la Educación Infantil en aquellos lugares en que la comunidad educativa así lo ha decidido (Echo, Panticosa y Valle de Benasque/Benás) con objeto de colaborar en la conservación de cada una de sus variedades locales.

Por su parte, el CIFE Ana Abarca de Bolea de Huesca acoge hoy el inicio del Huesca el XII Seminario de Profesores de Lengua Aragonesa, cuyos objetivos son contribuir a la formación didáctica y científica del profesorado de lengua aragonesa y crear un espacio para hacer propuestas y compartir experiencias docentes alrededor de la enseñanza de las lenguas minoritarias y, sobre todo, del aragonés.