Rectores y alumnos mostraron ayer su rechazo al recorte en la estancia de la estancia en los estudiantes Erasmus después de que el ministerio haya anunciado que esta se reducirá de ocho a seis meses a partir del 2015.

La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) se mostró alarmada por la «pérdida de eficacia» y el «difícil encaje» de las becas Erasmus españolas en la Unión Europea. «La estancia de la mayoría de los alumnos españoles es de un curso completo (ocho meses). No s e podrá a j u s t a r bien académicamente», denunció Juan José Casares, presidente de la comisión de internacionalización y cooperación.

Para Casares, estas estancias son «muy cortas», sobre todo si se tiene en cuenta que el déficit lingüístico de los españoles les exige al menos dedicar un mes «hasta que empiezan a soltarse con el idioma del país de acogida ». También recordó que los grados en España son de cuatro años frente a los tres que de media duran en Europa. «¿Cómo encajamos las materias y la convalidación o certificación de estudios a efectos académicos», planteó al ministro Wert. El rector considera problemático equiparar un semestre de nuestros planes de estudio a otro de los alumnos europeos, que suelen venir a España durante ese tiempo.

Casares apuntó que estas incertidumbres pueden desmotivar a los estudiantes y hacer que se desinteresen por las becas. A su juicio y al de la rectora de Málaga y expresidenta de la CRUE, Adelaida de la Calle, es «imposible e impensable» que las universidades puedan financiar con su presupuesto una prolongación de estancias, como propone Educación. «Pondríamos dinero si lo tuviéramos. Pero tenemos unas líneas rojas en esta materia», aseguraron en alusión a la «asfixia económica» por la que atraviesan.

Por su parte, José Antonio Gadea, del sindicato Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU), criticó la decisión porque «no es entendible», ya que «mientras Europa incrementa la partida, el ministerio la recorta» y advierte de que «se creará una dicotomía entre los que no podrán irse de Erasmus más de medio año porque se lo podrán permitir y los que no podrán marcharse ni seis meses». Además, advierte de un «agravio comparativo» con el resto de países europeos, donde «financian todo el curso».