La primera jornada de la evaluación individualizada de competencias en varias clases de 3° de Primaria de todos los centros de Aragón transcurrió ayer con "bastante normalidad", según el departamento de Educación, aunque no faltaron las ausencias en diversos colegios.

Por decisión de los padres, estudiantes del CEIP Tomás Alvira, CEIP Sáinz de Varanda y CEIP Basilio Paraíso --en este último solo tres niños realizaron el examen-- no participaron en una prueba de diagnóstico que consideran "segregadora y precipitada" por la reforma de Wert.

La evaluación, que se prolongará hasta el próximo viernes, examina los conocimientos en Matemáticas, Lingüística en castellano e Inglés y desde hace semanas se ha topado con la oposición de numerosos padres y colectivos. "¿Cuáles son los criterios para realizar esta prueba? Dicen que es para aplicar planes de mejora, pero las formas no son las correctas. Debería haberse consultado a las familias, porque ahora tenemos la sensación de que, aunque no se publiquen ni las notas ni los nombres de los niños, se va a hacer un ránking por centros y estamos en contra de todo lo que derive de la ley LOMCE", apuntó ayer Fina Júdez, una de las madres del Sáinz de Varanda que no permitió a su hijo acceder al aula.

En dicho centro del barrio de La Paz, el 100% del alumnado de 3° de Primaria no asistió a la prueba de diagnóstico y, junto a varios padres, los estudiantes se desplazaron hasta un espacio deportivo cercano para realizar varias actividades. A las 11.00 horas, los chavales regresaron a clase. "Nos hubiera gustado que nuestros hijos se quedaran en el colegio, haciendo cualquier otra cosa educativa, pero si accedían al aula era obligatorio que realizaran la prueba, así que salir del centro era la única opción", matizó Júdez.

En el CEIP Joaquín Costa tres familias enviaron un escrito al centro para excusar a sus hijos de la realización de las pruebas.

FALTA DE INFORMACIÓN

Fuentes de Educación achacaron ayer la ausencia de estos alumnos en las evaluaciones a "una falta de información" en los padres. Según el departamento, la primera jornada "demostró" que las familias "no tenían constancia de todos los detalles de las pruebas" pese a que todos los centros de Aragón disponían de un documento aclaratorio enviado por parte de la DGA para las evaluaciones. "Se hicieron aclaraciones en abril y en mayo y se dieron instrucciones a los centros para que informaran a los padres ante cualquier duda".

En esa información se detalla que "no se trata de una reválida" y que "no se está haciendo ningún tipo de discriminación" por el hecho de que los centros pequeños no puedan elegir la muestra de alumnos. Educación también recalca que la prueba "no supone elegir a los mejores ni a los que muestren más o menos interés, sino que se busca una distribución similar a la del total de alumnos".