De nuevo la amenaza de otra huelga sacude al tranvía de Zaragoza. Si el pasado mes de octubre eran los conductores los que se plantaron y estuvieron a punto de realizar paros en el servicio durante las fiestas del Pilar, ahora son sus compañeros, los 39 trabajadores de otros puestos, y que no estuvieron en esa protesta, los que reclaman equiparar las condiciones laborales y económicas a las que se pactaron con ellos. Y por ese motivo, y ante la negativa de la empresa, es por lo que se han convocado paros parciales a partir del día 16. Serán durante cinco horas los lunes, miércoles y viernes, dos y media por la mañana -de 7.00 a 9.30 horas- y otras dos y media por la tarde -de 19.00 a 21.30-. Y sin límite de plazo hasta que la operadora, Tranvías de Zaragoza, se avenga a un acuerdo.

Si en el mes de octubre era el Sindicato Ferroviario-Intersindical, mayoritario en el comité de empresa con siete de los nueve representantes, el que movilizó a los conductores del Urbos 3, ahora es UGT, que tiene a los dos restantes, el que llama a hacer huelga a 39 empleados: 5 de atención al cliente, 9 del puesto de control del tráfico, 13 inspectores y 12 de oficinas. Son los que se desmarcaron de las protestas de octubre y que ahora reclaman las mismas mejoras que se prometieron a sus compañeros para abortar los paros parciales en las fiestas del Pilar. Sobre todo, el plus de 125 euros mensuales que, entienden, supone un agravio para el resto de la plantilla. Son unos 1.800 al año.

«Desde que alcanzaron un acuerdo en octubre pedimos reunirnos con la dirección. Nos hemos sentado cuatro veces hasta ahora y la respuesta siempre ha sido que no», explicaron a este diario representantes de UGT en la empresa. Entienden que hay una «discriminación total» hacia el resto del personal y ha llegado el momento de movilizarse. Y no solo por dinero, también por unas condiciones laborales, en cuanto a horarios y mejoras en sus puesto de trabajo, que los responsables de la operadora tienen desde hace meses sobre la mesa.

Restan importancia al hecho de que no hayan protestado todos juntos, conductores y demás trabajadores de la plantilla, porque en octubre estaban «en contra de la huelga ya que a final de año se tiene que renegociar el convenio y entendíamos que ese era el momento». Además de que el sindicato mayoritario lo planteó por su cuenta con los conductores, excluyendo al resto de la plantilla. Y, aunque admiten que son «diferentes reivindicaciones», las suyas también son importantes y las diferencias en lo económico se han acrecentado mucho.

El próximo día 13 tendrán una cita con los responsables de Tranvías de Zaragoza en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) para intentar llegar a un acuerdo que evite los paros. Y, si se producen, también tendrán afección al usuario. Por ejemplo en el control del tráfico: «Por mucho que haya quien lleve el tranvía, si no hay quien dirija el tráfico igual es peor», recordaron.