Médicos y enfermeras de Aragón, bajo el sindicato Cemsatse, amenazaron ayer, durante una protesta a las puertas del Pignatelli, con una huelga sanitaria si no recuperan los salarios que tenían en el 2010 una vez que «la crisis ya se ha superado», dijeron. Han enviado ya sendas cartas con su reclamación al consejero de Sanidad, Sebatián Celaya, y al de Hacienda, Fernando Gimeno, a quienes exigen una reunión «para poder alcanzar algún acuerdo y no tener que endurecer las acciones», señalaron.

«Estas movilizaciones que empezamos hoy (por ayer) y que tendrán repercusión en otras comunidades no tienen límite, incluida la huelga», apuntó Lorenzo Arracó, secretario general del Sindicato de Médicos de Aragón. «La voluntad política es dispar. No veo ganas. Celaya sí estaría dispuesto a negociar en este asunto, pero no pensaría lo mismo el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno», dijo.

Cemsatse argumenta que las pérdidas en sus retribuciones oscilan entre el 10% y 30% e indicaron que su paciencia «tiene un límite» con esta situación.

«Ya es hora de que el Gobierno de Aragón haga algún gesto con enfermeras y médicos y empiece a devolvernos aquellas cosas que nos quitaron en 2010», dijo Ana Asín, secretaria de acción sindical del sindicato de enfermería. «Cuando se hizo el recorte salarial no fue lineal, se recortó más a médicos y enfermeras. Entendemos que con quien tienen que hacer ese esfuerzo en primer lugar es con nosotros», dijo.

Asín apuntó que la situación actual «es otra» y añadió que las oposiciones que se están celebrando estos años son fruto del acuerdo de empleo del 2014. «En ese momento no era posible reivindicar condiciones económicas ni incrementos retributivos y considerábamos que podíamos intentar fijar empleo, pero ahora es hora de que se nos empiece a devolver el dinero que en su día se nos recortó», añadió Asín.

Cemsatse indicó que no solo han sufrido disminución en el salario, sino que también se ha reducido el número de trabajadores y «han empeorado» las condiciones de trabajo. «En definitiva, tenemos plantillas insuficientes y profesionales muy desmotivados por la poca consideración que la Administración tiene con estos profesionales que son los verdaderos defensores de nuestra sanidad pública», indicaron desde el sindicato.