Los presuntos secuestradores amenazaban, en el caso de no recibir el dinero solicitado para la liberación de su víctima, con acabar con la vida de Janos V. y con causar daño a la mujer y a los hijos de la víctima. En las comunicaciones telefónicas que mantenían con los hermanos del secuestrado para exigir el dinero del rescate, llegaban a asegurar, incluso, que violarían a la esposa de Janos. El secuestro se produjo sobre las 20.00 horas del martes, cuando la víctima salía de trabajar, y concluyó a primeras horas del miércoles.