El presidente del Institut del Cava, Jaume Gramona, asegura que ampliar las plantaciones de viñedos sería "pan para hoy y hambre para mañana" por el riesgo de desequilibrar el mercado, lo que perjudicaría a la Denominación de Origen en su conjunto, incluidos los operadores que reclaman hoy ampliar las superficies.

El Institut del Cava es una asociación formada por bodegas elaboradoras -tanto pequeñas como medianas y grandes-, que nació a mediados del siglo XX y que, en términos de producción, representa el 76 % del mercado y el 83 % de las exportaciones.

Para Gramona, "no existe un cava valenciano, ni extremeño, ni siquiera catalán", sino un único producto en la Denominación de Origen Cava, cuyo Consejo Regulador representa a las diferentes localidades que lo elaboran, distribuidas por Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Extremadura, La Rioja, Navarra y Aragón.

Un Consejo Regulador en el que está representado, al tratarse de una denominación spraautonómica, junto a las autonomías, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

"Todas las decisiones que se adoptan en el Pleno (del Consejo Regulador) son consensuadas y habladas, aunque es cierto que en el último no estuvieron presentes ni los representantes de Valencia, ni de Extremadura; y no porque no quisiera el Pleno, porque fueron convocados", asegura Gramona en una entrevista con Efeagro.

Señala que el Consejo Regulador ha trabajado en los últimos años para recopilar la información requerida por el Ministerio para sustentar la toma de decisiones sobre el potencial productivo; se trata de evitar que un exceso de oferta perjudique los intereses del sector del cava en su conjunto.

En este contexto, el Consejo Regulador encargó sendos estudios a la Universidad de La Rioja y a la Universitat Rovira i Virgili, y los dos llegaron, por separado, a la misma conclusión: hasta 2030 no habría necesidad de acometer nuevas plantaciones de viña para cava.

Por ello, reclamó al Ministerio "prácticamente un nulo crecimiento" de las hectáreas para los tres próximos ejercicios (2018, 2019 y 2020) en la DO Cava, aunque finalmente el Departamento haya resuelto para el 2018 un aumento del 0,5 %.

A su juicio, la decisión ministerial "es un mal menor" y "habrá que seguir luchando para volver a justificar el año próximo lo que estamos proponiendo"; en un año, "hemos visto crecer desde 33.800 a 35.400 las hectáreas de viñedo" en la DO, cifra "importante y preocupante".

Actualmente, la DO tiene potencial para producir hasta 400 millones de botellas -con el rendimiento autorizado del Consejo Regulador de 12.000 kilos de uva por hectárea-, pero en los últimos tres años el sector se mantiene en los 240 millones por ejercicio.

Según Gramona, el Consejo Regulador, presidido por Pedro Bonet y con representación de los operadores del conjunto del cava, trabaja para mejorar el valor añadido, impulsando ventas de reservas, grandes reservas y cavas de paraje calificado, con el objetivo de mantenerlo entre los mejores vinos espumosos del mundo y para que los precios de la uva sean remuneradores para el viticultor.

Esfuerzos que, en su opinión, podrían "verse estancados y perjudicados" si llegara un escenario de sobreproducción -con mayor oferta que demanda" provocada por nuevas plantaciones-, más aún cuando ya hay bodegas que venden "a 1,55 euros" la botella; y "eso duele".

Defiende que el sector del cava, desde los viticultores a los elaboradores, "vaya mejor, y esta es nuestra posición y nuestra preocupación", por lo que "seguiremos luchando para que se limiten las hectáreas y que todo el mundo pueda tener una vida mejor".

Frente a las "quejas" de algunos territorios que exigen aumentar su capacidad, Gramona plantea que, con la extensión de viñedos y uva que tiene Extremadura en estos momentos, "tienen para triplicar la producción del año pasado" y Requena "tiene uva para doblarla" sin necesidad de plantar más hectáreas.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha fijado en 4.950 hectáreas la superficie que se podrá autorizar para las solicitudes de nuevas plantaciones de viñedo en 2018 en el ámbito nacional -el 0,52 % de la extensión actual- y, en el ámbito de la DOP Cava, aplica la misma limitación porcentual.

Como resultado, se establece un límite de 172,2 hectáreas para las solicitudes del próximo año en la DOP Cava, entre las nuevas plantaciones, las replantaciones y las conversiones de derechos de replantación (57,4 hectáreas cada una).