--¿Cómo es la Fundación sin Vicente?

--Igual. Es todo igual. No está físicamente pero su espíritu es muy fuerte. Vicente siempre me decía que cuando muriese, allá donde estuviese siempre trabajaría y pensaría en el desarrollo de India. Seguro que está con nosotros.

--Su espíritu fuerte fue el que le hizo quedarse en India cuando era periodista

--Vicente tiene poder de convicción (habla en presente). Posee el poder de hacerte creer que eres la persona que necesita para su trabajo o que tienes la responsabilidad de ayudar a los demás tu también. Ha convencido a miles en España y en India y todos siguen con esta motivación que les dio.

--¿Por qué Anantapur?

--Porque en el año 1969 cuando Vicente tuvo que seleccionar una zona para trabajar después de que le hubiesen querido expulsar del país, el primer ministro le avisó de que esta era la zona más pobre del estado, con mucha sequía y migración.

--¿Tuvieron problemas con el Gobierno?

--Los primeros años sí, muchos. Quisieron expulsarnos muchas veces del lugar. No tenían razones pero cuando alguien no te gusta... Estaban en contra porque Vicente era jesuita y pensaban que queríamos convertir a la población al cristianismo. Tuvimos que luchar mucho. Vicente siempre decía que si hay problema hay solución y si no hay solución, esta la providencia.

--¿Reciben ayudas del Estado español?

--Antes de la crisis más. Nosotros decimos siempre que es importante ayudar a tus ciudadanos en España porque también sufren, pero no hay que olvidar a las personas que han sufrido miles de años en otros países.

--Con la crisis se ha implantado la tendencia de ayudar solo a la gente de España.

--Hay que ayudar a las personas de España claro, pero yo no puedo imaginar un mundo donde España solo ayude a españoles, Inglaterra ayude solo a ingleses e India solo a indios. Tenemos que compartir, ayudar el uno al otro... Ayudar a los españoles y a los internacionales.

--¿Por qué este egoísmo?

--No sé si es por miedo o egoísmo. A veces la gente se cansa de que los países en desarrollo siempre tengan necesidades, pero nuestra zona --Anantapur-- está progresando, aunque se necesita tiempo. Hemos estado 45 años y se necesita más. Hay cosas que se hacen más rápido pero cambiar la mentalidad de la gente y que dejen de seguir costumbres malas.... yo llevo 20 años trabajando para que las personas crean en la educación.

--¿Qué es lo que ha hecho la Fundación en estos 45 años?

--En Anantapur, han progresado mucho las familias. La fundación trabaja en todas las áreas importantes de la vida de una persona. Si miro atrás todo el mundo vivía en una pobreza muy extrema, como la que se ve ahora en Bangladesh o Afganistán y en esa situación las personas no tienen su propia voz, viven bajo el control de la casta alta. No comían más que una vez al día, nunca vieron a un médico. Murieron de muchas enfermedades y no había programas de vacunación. Muchas mujeres morían durante el parto. No ganaban un sueldo en metálico... Ahora, el 100% de los niños está escolarizado --también niñas--, la gente está organizada en sus propios grupos y tienen fuerza e identidad: han aumentado su confianza y tienen su propia voz. Nosotros trabajamos siempre mano a mano con ellos, ellos son los protagonistas de su propio cambio y para que las comunidades crezcan en su confianza e igualdad, hemos prestado mucha atención en hacer talleres de concienciación.

--¿Esa confianza es la base del progreso?

--Sí, porque si no tienes confianza no mueves. Si el Gobierno tiene proyectos para el desarrollo pero no posees la confianza y fuerza como grupo y no los conoces... no vas a ir a pedir ayuda. Esto es algo que les inculcamos. Nosotros les asesoramos con los proyectos.

--¿Cuál es el próximo objetivo de la fundación?

--Trabajar en los proyectos que ya tenemos en India y buscar nuevas zonas donde mejorar sus condiciones de vida. Cuando murió Vicente estábamos en 2.000 pueblos, ahora hemos llegado a 3.000 y en algunos la situación es la misma con la que nos encontramos hace 45 años.

--¿Qué ha aprendido en India?

--Que son gente feliz a pesar de todo lo que sufren, de la pobreza. Son felices con lo que tienen. Con la ayuda pequeña de cada persona podemos cambiar este mundo. No necesitamos que haya miles de Vicentes Ferrer. Si cada uno de nostros hace algo, podemos reducir el sufrimiento que hay en este mundo.