La Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel) recurrirá el sobreseimiento provisional de la causa contra un cazador de Huesca por presunto maltrato animal por torturar hasta la muerte a un zorro a finales del pasado mes de diciembre.

Así lo ha confirmado a Efe el representante de esta organización animalista, Jorge Piedrafita, para quien la conducta del cazador, un vecino de Huesca de 35 años, tiene "relevancia penal" debido a la brutal de la agresión ejercida contra un animal indefenso, a pesar de no ser doméstico.

La titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Huesca acordó el pasado 6 de febrero el sobreseimiento de la denuncia, interpuesta por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil a raíz de un vídeo que se hizo viral en las redes, al no ser el zorro un animal doméstico.

La magistrada siguió los argumentos incluidos por la Fiscalía de Huesca en un escrito en el que se asegura que el artículo 337 del Código Penal se limita a castigar el maltrato "de animales domésticos o equivalentes o, de no serlo, aquellos que se perpetran en un contexto de espectáculo".

Entendía la representante fiscal en su informe que "en el caso que nos ocupa, no puede considerarse el zorro un animal doméstico ni los hechos grabados pueden ser calificados de espectáculo".

Piedrafita rechaza estos argumentos e insiste en la brutalidad del maltrato sufrido por el zorro, recogido en un vídeo popular en las redes que mostraba al cazador sonriendo mientras pateaba y lanzaba en repetidas ocasiones al animal hasta su muerte.

Según ha explicado el letrado, "desde esta acusación se ejercerán todas las acciones legales posibles, incluido en el ámbito administrativo, para evitar que esta conducta execrable tenga su respuesta jurídica y no se vuelva a producir algo así".

Anadel se personó en la causa como acusación tras ser identificado por la Guardia Civil el cazador y ser denunciado ante los tribunales de instrucción de Huesca por un presunto delito de maltrato animal.

En el vídeo que dio origen a la denuncia, el cazador, tras patear al zorro y hacer caso omiso a la advertencia de la persona que grababa a fin de que no continuara, le pedía un cuchillo para cortarle la cola al animal como trofeo.