La delicada situación que vive la sociedad Zaragoza Alta Velocidad, en la que el ayuntamiento tiene el 25% de las acciones (la DGA otro tanto y el Ministerio de Fomento, Renfe y Adif el 50% restante) marcó la comparecencia del responsable municipal del área de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda, Carlos Pérez Anadón, para explicar el desglose del presupuesto para el 2015, en el que se ha encontrado el mayor incremento por áreas de las cuentas para el próximo año, con 113,5 millones de euros, 18,8 más que los 94,6 que tuvo para este ejercicio. Y es que el edil socialista anunció que la sociedad ha comunicado recientemente que hay empresas interesadas en adquirir suelo de la sociedad, por un valor muy inferior al que se estimó inicialmente pero que al menos serviría para reducir la deuda con los bancos y la obligación de tener que destinar recursos públicos a amortizarla.

Surgió a raíz de las críticas recibidas por parte de CHA e IU por el hecho de que esta deuda signifique la obligación de pagar en el 2015 "el doble que este año", ya que pasa a ser de 13,5 millones este año, 6,8 más para una "sociedad zombie" que es "una bomba con o sin espoleta retardada" para las arcas municipales, afirmó el portavoz nacionalista, Juan Martín. Desde IU, José Manuel Alonso exigió buscar ya "soluciones" a este agujero y que "los suelos pasen ya al mercado".

"Qué más quisiera la sociedad", lamentó Pérez Anadón, quien admitió que este es "un lastre estructural" en las cuentas de Zaragoza mientras no se vendan activos. A la vez que comunicó a los grupos que en la última reunión de ZAV le informaron de que hay "empresas interesadas" en la parcela del Portillo que el consistorio ya está recalificando para cambiar su uso terciario por el residencial, y por otros del entorno de la intermodal hacia la rotonda de la Ciudadanía, un tramo en el que se le ha instado al consistorio a modificar su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para concentrar ahí toda la oferta residencial que se puede construir. Así, los usos terciarios irían a la trasera del centro comercial Augusta y la estación.

Un debate ya antiguo en el que aparece otro sobresalto: "Alguien quiere irse de gratis" de la sociedad, dijo Pérez Anadón, eludiendo mencionar a la DGA y sin aclarar por qué.