El Ayuntamiento de Zaragoza no ha encontrado contaminación de lindano en la capital aragonesa, ni tampoco en el agua de boca de la urbanización El Zorongo, el único núcleo urbano perteneciente a la capital aragonesa que bebe del freático procedente de este cauce. Así lo aseguró el teniente de alcalde de Medio Ambiente y Cultura, Jerónimo Blasco, quien sí reveló que en las mediciones realizadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en el azud de Camarera, aguas arriba de la ciudad sí han detectado niveles del pesticida superiores a lo que establece la normativa.

Blasco detalló en la comisión de su área las gestiones realizadas por el consistorio para determinar el alcance de la contaminación, y que han incluido requerimientos de información tanto a la CHE como a la DGA, además de mediciones propias. Los análisis del organismo de cuenca en el azud de Camarera revelan que los niveles hallados superan lo permitido por la legislación, aunque, matizó, "se aprecia una concentración inferior del componente más tóxico" que en mediciones anteriores.

La CHE, no obstante, remitió al consistorio a la DGA para determinar la posible contaminación por lindano en la huerta zaragozana. "Sabemos que el Gobierno de Aragón realiza análisis de frutas y verduras en el Mercazaragoza, pero hasta la fecha no nos ha remitido ninguna información", detalló.

El propio consistorio, a través del Instituto Municipal de Salud Pública ha realizado analíticas en dos puntos para verificar el estado de las masas de agua. En concreto en el propio río Gállego, donde "no hay restos" del pesticida, tal y como indicó Blasco. Y también en el freático del que bebe la urbanización El Zorongo, único lugar de la ciudad donde se bebe agua del Gállego, aunque del subsuelo. "Los estudios confirman la ausencia de lindano en esas aguas", indicó.

En el resto de la ciudad, el agua de boca de Zaragoza se compone de una aportación del canal y de La Loteta, por lo que la afección por el pesticida queda descartada.

Las explicaciones de Blasco contribuyeron a incrementar las críticas políticas por la gestión de la contaminación. Raúl Ariza (IU) la calificó de "chapuza" y "barbaridad". Juan Martín (CHA) criticó el "ninguneo" al ayuntamiento por parte de la DGA en cuanto a la información.