La Policía Científica analizará una serie de restos biológicos, posiblemente de animales, hallados en el nevero de Ricla (Zaragoza) donde se busca el cadáver de Pilar Cebrián tras el test de la verdad realizado a su presunto asesino, Antonio Losilla, marido de la víctima.

Las labores de búsqueda en este lugar, que ha sido rastreado desde el pasado martes por una treintena de agentes de la Policía Nacional se han dado esta tarde por concluidas, si bien la investigación continúa, según han dicho hoy a EFE fuentes de la Policía Nacional.

Fuentes de la investigación han explicado que en este nevero, un pozo de unos ocho metros que ha sido excavado durante tres días, han encontrado bastantes restos biológicos, ya que es un lugar donde hay bastantes animales muertos, si bien se han recogido una serie de restos para determinar si alguno de ellos se corresponden con la víctima.

Las labores de búsqueda de esta mujer, desaparecida desde abril de 2012, se reanudaron anteayer después de que la Policía Nacional conociera el resultado del test de la verdad que se le hizo a su presunto asesino con el fin de encontrar su cuerpo.

El lugar apuntado por la prueba realizada se corresponde con un nevero, situado a 200 metros de la casa donde vivían, un lugar que antaño se usaba para conservar los alimentos en verano, pero que hoy se ha convertido en una especie de basurero, ya que está lleno de restos de animales y de desperdicios.

Una treintena de agentes de la Jefatura Superior de la Policía de Aragón y de Madrid, acompañados por los bomberos de la Diputación de Zaragoza, han estado trabajando durante tres días en este lugar con el fin de poder encontrar a esta mujer.

El rastreo de la zona se ha complicado teniendo en cuenta las características del terreno, que se ha removido en ocasiones para tratar de evitar que oliera mal y dado que ha sido difícil localizar qué estrato del suelo se correspondía con el año 2012.

Para ello, dos arqueólogos han acudido hoy a ayudar en la investigación, que no ha arrojado claramente que haya restos humanos pero sí biológicos, que hay que analizar.

Los restos se han llevado al Laboratorio de la Policía Científica de Madrid, con el fin de ser analizados, y los resultados tardarán meses en salir, según dichas fuentes.

Este test, que se hizo en el Hospital Miguel Servet, fue la primera vez que se practicó a una persona acusada de asesinato con el fin de encontrar a la víctima.

La segunda vez se llevó a cabo en el mismo centro hospitalario el pasado jueves al asesino de Marta del Castillo, Miguel Carcaño.