La anciana de 88 años expulsada el pasado 21 de septiembre de la residencia municipal San Iñigo de Calatayud ha recurrido el procedimiento seguido por el ayuntamiento bilbilitano en su expediente y ha mostrado, asimismo, su disposición a emprender acciones administrativas y judiciales por las "constantes ofensas y agresiones" que, según la residente, ha recibido en dicho centro.

La afectada, que se encuentra físicamente impedida y se desplaza en silla de ruedas, asegura que durante los últimos meses ha sido objeto de "palabras malsonantes, graves insultos, pellizcos, vejaciones, malos tratos de palabra y obra, así como gestos obscenos y amenazas más o menos veladas por parte de un celador de esta residencia".

La Junta de Gobierno Local del consistorio aprobó el 17 de septiembre la expulsión de la residente durante 20 días a instancias del informe de la dirección del centro. Según fuentes municipales, el 90% de la plantilla del geriátrico firmó un escrito donde se quejaba por el comportamiento de esta anciana.

Las mismas fuentes señalaron a Efe hace unos días que ya el 20 de octubre del año pasado, se advirtió a esta interna y a sus familiares de que, "si persistía en su actitud y acumulaba otra falta más, se procedería a aplicar el reglamento de la residencia y sería objeto de una expulsión temporal". En este sentido, el 24 de agosto se le notificó "la tercera amonestación", que conllevó su expulsión por un periodo de 20 días, quedando bajo la responsabilidad de su familia.

No obstante, según los representantes legales de la anciana el procedimiento sancionador carece de todo derecho "al haber lesionado sus derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional". En el recurso de reposición enviado ayer al alcalde bilbilitano y a la Junta de Gobierno Local para que se deje sin efecto esta sanción --que ya ha sido ejecutada-- la afectada indica que en ningún momento le ha sido "notificada" la existencia de este expediente ni de su contenido: "Hechos que se le imputan o la infracción que estos podrían constituir".

ENFRENTAMIENTO PERSONAL La residente señala que únicamente se le comunicó la tercera amonestación fundada, según el texto de la misma, "en el acoso y conducta agraviante" a que viene sometiendo a una religiosa. Asimismo, en el recurso se añade que tampoco se le ha ofrecido la posibilidad de "efectuar alegaciones y proponer pruebas en su defensa", con carácter previo a la la ejecución de la sanción.

La anciana de 88 años explicó que los "malos tratos" de que ha sido objeto por un trabajador de la residencia pueden deberse "a viejos enfrentamientos personales" ocurridos años antes de que ingresara en la residencia. "Una labor de acoso, provocaciones y discriminación constante que ha sido secundada --según su versión-- por una de la religiosas de la congregación".

La afectada aseguró asimismo que "por orden de algún responsable de la residencia municipal" ha sido "encerrada" en su habitación e incomunicada con el exterior durante todo el primer fin de semana de septiembre, coincidente con las fiestas de la localidad y prolongado durante cuatro días". Frente a este y otros "hechos y circunstancias", la anciana y sus familiares aseguraron que se han propuesto ejercer acciones administrativas y judiciales.