La provincia de Teruel ha vuelto hoy a alzar la voz en Andorra en una manifestación que auna las reinvidicaciones contra el cierre de la térmica del carbón con otras demandas de la provincia, como la mejora del ferrocarril y los servicios sanitarios o los agravios de las ayudas de la PAC con sus agricultores. La manifestación ha sido, tal y como auguraban los convocantes, «multitudinaria».

Con el lema "Queremos poder elegir donde vivir" niños y jóvenes de Andorra han encabezado hoy la manifestación secundada por miles de personas. Convocada por el comité de empresa de la central térmica y la plataforma que aglutina a las subcontratas de la planta, la manifestación ha comenzado en la plaza del Regallo, presidida por la escultura al minero y al labrador.

El monumento mostraba hoy una camiseta con el lema "No al cierre de la central" y a los pies un ataúd de cartón en el que podía leerse "Por el futuro de la comarca y provincia. Luchamos. Basta ya". De este modo han transmitido los manifestantes el temor de los habitantes de este pueblo y de toda la comarca, que se extiende al sentir de la provincia de Teruel, a un futuro con cada vez menos gente en su tierra.

Los turolenses entienden como una puerta que se cierra el cierre de la central térmica de Andorra, anunciado para junio de 2020, después de que la empresa Enel, propietaria de Endesa y por ello de la central, haya decidido no invertir en las mejoras ambientales que requiere para cumplir la normativa de emisiones de la Unión Europea. Los convocantes reclaman que el Gobierno central no autorice el cierre de la central si no hay un plan económico alternativo para las cuencas mineras.

FOTOGRAFÍA: JAIME GALINDO

Los niños que encabezaban la marcha portaban globos negros y carteles con mensajes como "Quiero un futuro para mi pueblo" o "Me encanta mi pueblo, futuro y trabajo". Tras ellos, un ataúd negro representaba la muerte de la provincia de Teruel, una de las más despobladas de España, a la que aboca el cierre de empresas como esta, que los sindicatos estiman que supondrá perder más de medio millar de empleos directos y miles de indirectos.

Tras la cabeza de la manifestación también se han podido ver otras pancartas que portaban representantes empresariales, sindicales, regantes, la plataforma de agricultores y ganaderos de Teruel (Agrigate), Teruel Existe o el PCE, que pedía la nacionalización de la empresa. Y es que la marcha ha contado con un amplio respaldo de agentes sociales y económicos de la provincia, así como de todas las fuerzas políticas en las Cortes de Aragón, que han estado ampliamente representadas.

FOTOGRAFÍA: JAIME GALINDO

La marcha ha comenzado a las 12 del mediodía tras la lectura de un texto a cargo de una joven andorrana que ha pedido que "Endesa asuma su responsabilidad" después de años extrayendo beneficios de la zona. "Queremos alternativas" ha dicho, al tiempo que ha hecho un llamamiento también a la participación, más allá de las cuencas: "Si alzamos la voz toda la provincia, nos tendrán que escuchar".

Entre los asistentes había mucha gente mayor, padres de jóvenes que han salido a estudiar fuera y no saben si volverán: "Primero que acabe los estudios y luego Dios dirá" decían, mostrando la incertidumbre con la que están viviendo en la comarca el futuro. "Los pueblos no se mueren, los matan" decía otra pancarta que portaban los manifestantes.

Al paso de la comitiva, los comercios han cerrado para sumarse a la protesta porque consideran, dicen, que el cierre de la central térmica afectará a todo el pueblo, que ha bajado ya de los 8.000 habitantes por la incertidumbre de los últimos años.

FOTOGRAFÍA: JAIME GALINDO

La marcha ha terminado de nuevo en la plaza donde han confluido todas las pancartas, y se han oído algunos pitos a la llegada de la que portaban los representantes políticos.

Los últimos textos leídos de nuevo por vecinos de Andorra han llamado a la participación y movilización: "Un pueblo resignado ya está muerto" y han llamado a "levantar la cabeza" frente a quienes como "el abuelo italiano", en referencia a Enel, la bajan para "contar el dinero". Otro joven, estudiante del IES Pablo Serrano de Andorra, ha reprochado en su intervención que "el cierre podría haberse evitado" con otras decisiones políticas.

La marcha ha terminado al grito de "esta batalla la vamos a ganar" y "sí se puede".