Errol Janssen, el motero de la banda Ángeles del Infierno detenido el martes en un control de carretera en Cetina, estaba entre los 20 criminales más buscados de Europa. Así lo expuso la Guardia Civil al informar del arresto del prófugo que, como adelantó EL PERIÓDICO, fue arrestado tras llevar casi un año en paradero desconocido. Se le buscaba por haber tiroteado mortalmente a otro holandés en la localidad de Delf, en agosto del año pasado.

Según detalló el Instituto Armado, Janssen, de 52 años, circulaba en moto cuando fue parado en la A-2, tras haber cometido diversas infracciones de tráfico. No llevaba documentación y solo dio su nombre de pila, pero los agentes acabaron identificándole y le arrestaron. Finalmente, tras prestar declaración en Calatayud, fue ingresado en la cárcel de Zuera, ya que al parecer tendrá que responder primero del delito de tenencia ilícita de armas antes de ser extraditado a Holanda.

Porque, como informó este diario, el fugitivo llevaba una pistola, sin marcas, munición y otras armas blancas. Concretamente, precisó la Guardia Civil, seis puñales lanzadores, dos puñales boteros y una navaja. Además de 920 euros en efectivo y maquillaje para tratar de disimular sus llamativos tatuajes, que le cubren todo el rostro. Incluido uno con las fechas de nacimiento y muerte de su mujer.

Janssen ya había pasado por la cárcel por asesinato (se fugó dos veces), así como por dirigir una banda criminal y tráfico de drogas, entre otros delitos. Unas infracciones propias de los Ángeles del Infierno, que como recordó la Guardia Civil, es una peligrosa organización de carácter neonazi vinculada a numerosas actividades delictivas.

De hecho, en el 2013 se desarrolló una operación contra ellos en Mallorca, con 25 arrestos por asesinato, tráfico de drogas, blanqueo, extorsión o prostitución, entre otros delitos.