Los fascinantes abrigos con pinturas y restos arqueológicos de la zona del bajo Ebro han sido unos grandes desconocidos hasta las últimas décadas. Con su difusión y estudio muchos de ellos han quedado expuestos a la mirada y el alcance de desaprensivos, que sin tener en cuenta su valor incalculable les han causado daños a sabiendas.

El Centro de Estudios Comarcales del Bajo Aragón Caspe denunció en una publicación hace unos años que los ciervos que se encuentran en el abrigo de El pulido habían sido atacados por vándalos con una escopeta de perdigones (algo impensable cuando los animales se encontraban con vida). Los daños causados por los impactos todavía son visibles, aunque el acceso a las pinturas se ha restringido para evitar nuevas agresiones.