El culebrón preelectoral que está viviendo la izquierda en Aragón sumó ayer un nuevo episodio a la temporada. Anticapitalistas anunció su escisión de Podemos y lo hace para castigar a la dirección regional de la formación morada por haber decidido presentarse en coalición con Equo y no con Zaragoza en Común (ZeC) a las elecciones municipales de Zaragoza.
Se trata más de un acto simbólico que no alterará en ningún caso el devenir organizativo de Podemos porque la representación de esta formación en el Consejo Ciudadano era mínima, tan solo dos personas, pero que se entiende como un castigo al partido del cambio, cada vez con menos apoyos internos y más críticos dentro de la formación.
Los dos miembros que formaban parte del Consejo Ciudadano de Podemos, Pablo Rochela e Itziar Apellániz, han dimitió y lo han abandonado al considerar que se trata de «un error gravísimo» que Podemos haya decidido dar la espalda a «un Gobierno transformador» como el de ZeC al frente del ayuntamiento zaragozano por «los intereses de la dirección», explicó Rochela.
Apellániz, por su parte, denunció que Podemos Aragón ha adoptado esta postura en toda la comunidad mientras acerca posturas con el «catalanófobo de Lambán». Criticó que la tímida defensa que, a su juicio, a hecho Escartín en temas como el ICA o el impuesto de sucesiones. «La decisión de Podemos de competir en las elecciones con ZeC ha traspasado una línea roja al poner en riesgo del Gobierno de Zaragoza», sentenció.
En la listas de ZeC aparece en el número 13 la anticapitalista Julia Cámara, que ayer criticó la intención de Podemos de pactar con el PSOE un acuerdo de Gobierno en la ciudad. Sin embargo, el alcalde, Pedro Santisteve, también ha admitido que tendrá que pactar con el PSOE si quiere volver a estar en el Gobierno de la ciudad.
Al menos eso decía antes de romper relaciones con Podemos. Porque, pese a que Nacho Escartín dijo que nadie podía demostrar que ir por separado puede perjudicar a ambas formaciones al fragmentar el voto, en ZeC lo tienen muy claro y confiesan que sí les afectará. Básicamente porque competirán por un mismo electorado que no comprende esta crisis.
