En el año 1992, el Ministerio de Justicia, entonces responsable de las prisiones, elaboró un plan de amortización y construcción de grandes centros penitenciarios en el que se establecía que las nuevas macrocárceles, como la de Zuera, contarían con un hospital de 74 camas, dotado como un centro de salud comarcal. Transcurridos doce años desde la propuesta, todo está todavía por hacer en Aragón.