El horizonte del fin de la pandemia y el inicio de la vacunación han reactivado los movimientos en el sector del retail, que comienza a tomar posiciones en las grandes ciudades para ocupar espacios privilegiados donde comercializar sus productos. Una prueba de ello es que el antiguo edificio de Endesa, situado en la calle San Miguel de la capital aragonesa, ha despertado el interés de 10 marcas que en los últimos dos meses ya han solicitado información a la promotora y gestora del edificio, Gestihabitat, con el propósito de posicionarse en una zona prime de Zaragoza.

El textil concentra el interés, ya que nueve de las diez firmas que han preguntado por el inmueble pertenecen a este sector. La décima es de distribución alimentaria, según confirmaron fuentes de Gestihabitat a este diario. Todos estos contactos están ligados a un estricto contrato de confidencialidad, lo que impide dar a conocer el nombre de las compañías interesadas en ocupar sus dos plantas comerciales. De la decena de contactos que existen, hasta seis ya preguntaron a comienzos de este año, pero el coronavirus inhabilitó cualquier posible operación y paralizó los movimientos a la espera de tiempos mejores. Y estos, según el sector, parece que llegarán en el 2021. En concreto, las principales compañías consideran que, en el mejor de los escenarios, la normalidad volvería a las tiendas en el mes de junio. En el peor de los casos sería en diciembre.

MÁS DE 2.800 METROS

El antiguo inmueble de Endesa de la calle San Miguel cuenta con dos plantas destinadas a uso comercial que suman una superficie de 2.800 metros cuadrados, un caramelo para cualquier gran marca de moda en una zona tradicionalmente comercial. El edificio estaba ocupado hasta hace tres años por la eléctrica pero fue hace 12 cuando fue adquirido por Testa, sociedad patrimonial de Sacyr Vallehermoso. Hoy, los propietarios son Inversiones San Miguel Residencial.

Desde Gestihabitat confían en que el interés mostrado en los últimos meses cristalice finalmente en el 2021, ya que en los últimos años las grandes marcas se han ido posicionando en el centro de las grandes ciudades, optando por cerrar tiendas pequeñas y concentrando toda su oferta en espacios más amplios. Primark fue el precursor en España, pero durante los últimos años ha seguido sus pasos Zara, a través de sus diferentes enseñas, H&M y Decathlon, entre otras. Algunas de estas compañías buscan reubicarse en el centro de Zaragoza.

Este fenómeno se produce a pesar del fuerte impulso experimentado por el comercio online en los últimos años y, sobre todo, durante los meses de pandemia. Pese a ello, el comercio electrónico supone solo entre un 15% y un 20% del total del negocio en el conjunto del sector en toda España. «La gente volverá a las tiendas porque tiene muchas ganas», apuntan desde el sector. El hecho de que los centros comerciales estuviesen abarrotados durante el puente de la Constitución y en los días previos a Navidad avalan esta tesis.

FIN DE LAS OBRAS

Por todo ello, el edificio de San Miguel puede convertirse en uno de los epicentors comerciales de Zaragoza en los próximos años. Pero, además del ámbito comercial el Palacio de la Luz encierra una vertiente residencial. En estos momentos, la constructora ACR es la encargada de reformar el edificio y la promotora Gestihabitat también se ocupa de comercializar hasta 27 viviendas de lujo, que se ubican encima de las dos plantas comerciales. Se trata de inmuebles de dos, tres y cuatro dormitorios, cuyo precio supera los 300.0000 euros. Además, se incluyen 50 plazas de garaje y 50 trasteros.

El proyecto pretende transformar el edificio Palacio de la Luz -ubicado entre las calles San Miguel e Isaac Peral de Zaragoza, muy cerca de la plaza España--, conservando su fachada neomudéjar. Se espera que la obra esté finalizada en abril del 2021 y que la entrega de llaves se produzca en el segundo semestre de ese mismo ejercicio.

INDEPENDENCIA

El centro de Zaragoza, no obstante, cuenta con una oferta de edificios desocupados importante, que se podrían sumar al de la calle San Miguel. Sin embargo, en los últimos años no han cuajado los intentos de comercializar la antigua sede de la CAI en Independencia. Allí, alquilar cuesta entre 75 y 100 euros por metro cuadrado al mes. En los próximos días quedará también huérfano el inmueble que deja Springfield en la Plaza Aragón. Sin embargo, sí que prosperan otro tipo de operaciones, de locales más pequeños y en zonas secundarias donde los precios oscilan entre los 30 y los 50 euros por metro cuadrado al mes.