Tiene un poco de sordera y deficiencia visual, pero una salud a prueba de bombas y unas envidiables ganas de vivir. Antonio Asso, nacido en Valpalmas (Zaragoza) en 1909 cumplió el jueves unos hermosos 105 años y "muy muy contento" por sobrepasar la centena, según explicó a Radio Huesca.

Con dos hijos, seis nietos y su biznieta Laura, Antonio sopló las velas en casa de su hija María Jesús, en Huesca, el día del aniversario y mañana lo repetirá rodeado de toda su familia. Asso confiesa que no ha tenido una vida fácil --pasó la guerra y hasta estuvo un año preso-- ha trabajado sin descanso --como muchos de su generación-- pero no ha fumado ni bebido nunca y asegura que siempre ha cuidado su salud.

Desde hace unos años ya no sale de casa, aunque no tiene problemas de movilidad, pero es optimista, enérgico y curioso con todo menos con la política. Quizá ahí radique uno de los secretos de su longevidad.