Acaba de acceder a su nuevo cargo como máximo responsable de la Guardia Civil en Aragón. Y se muestra orgulloso de que Zaragoza acoja desde hoy la semana de actos en honor a la patrona del Cuerpo, la Virgen del Pilar.

--No es una mala forma de entrar en el generalato que le encarguen el diseño de la unidad para misiones internacionales, ¿no?

--La Guardia Civil lleva muchos años participando en misiones en el extranjero, sobre todo la unidad que yo dirigía. Por eso, se ha querido aprovechar mi experiencia.

--El director general dejó caer que Zaragoza tiene muchas posibilidades de albergar también la sede de dicha unidad. ¿Qué requisitos se necesitan?

--La ciudad debe tener capacidad para asumir a los hombres y sus familias. En el ámbito operativo, Zaragoza posee el campo de maniobras de San Gregorio para entrenar, está muy bien situada estratégicamente y a los guardias civiles se les acoge bien aquí.

. --¿Serían efectivos destinados exclusivamente a misiones internacionales o se elegirían de forma rotatoria como en el Ejército?

--Hasta ahora se preparaba a los hombres con rapidez antes de la misión. Ahora la idea es formarlos para una intervención rápida. Pero no podemos permitirnos el lujo de dejar a los agentes sin hacer nada mientras no haya una intervención en el exterior. Ahora hay que analizar las necesidades que se pueden presentar y ver qué capacidades deben tener los agentes, porque las acciones serán fundamentalmente policiales. Habrá que realizar también estudios de medios materiales y, después, ver cuánto vale todo esto.

--Sí, porque el Ministerio del Interior no anda para muchos trotes económicamente...

--En eso no me meto. El ministro ya sabe lo que hay que hacer.

--El reto es importante, pero falta personal. Sólo en Aragón hay más de 300 vacantes.

--No hay un solo general que no quiera más agentes. La sociedad cada vez nos demanda más intervenciones y con más rapidez.

--Pero en esta comunidad, con la dispersión poblacional que tiene, a menudo la respuesta no puede ser muy rápida. Y mejorar este aspecto es una de sus prioridades...

--Aquí no vamos a inventar nada. Yo suelo explicar esto como cuando llegas a una casa amueblada. Cada mueble cumple su función, pero a uno le puede gustar cambiarlos de sitio. Eso es lo que hay que hacer, mover quizás un sillón para conseguir un mejor resultado. Pero me daría por satisfecho si reduzco el tiempo de respuesta en un minuto.

--Aragón es la segunda comunidad en la que más ha aumentado la delincuencia, y lo ha hecho sobre todo en las zonas rurales. ¿Cómo valora esos datos?

--Los datos de criminalidad no los he estudiado aún. La evolución de la delincuencia en las zonas rurales es estacional. Pero Aragón no tiene un índice muy alto. De las estadísticas no hay que fiarse. Si en un año hay tres delitos en una zona y, al siguiente, seis, se habrán doblado, pero la cantidad seguirá siendo baja.

--¿Relaciona incremento de la delincuencia con inmigración?

--No me atrevería a decir que existe una conexión directa, aunque es cierto que hay extranjeros que, cuando no encuentran un trabajo, recurren a prácticas delictivas.

--El director general del Cuerpo dejó bastante claro que la nueva comandancia se ubicará en Valdespartera. ¿En qué estado se encuentran las negociaciones?

--Está habiendo conversaciones, pero es una jugada a tres bandas entre el ayuntamiento, el Ministerio de Defensa y nosotros. La nueva unidad podría ubicarse en la futura Comandancia, pero aún no está claro. Eso sí, sentimos la necesidad de contar con nuevas instalaciones que permitan centralizar los servicios.

--Sí, pero estará de acuerdo en que el acuartelamiento del Carmen es un caramelo para la especulación, ¿no?

--Mi idea es que el edificio siga para uso nuestro. Quizás, para albergar el Servicio de Intervención de Armas o los órganos de mando. También vamos a crear un equipo de apoyo para la violencia doméstica y eso necesita de unas instalaciones.

--¿Está a favor del Consejo Asesor? Un organismo del que han dimitido 31 agentes de la AUGC al ver el incumplimiento de algunas promesas del PSOE.

--Estoy a favor de todo lo que sea legal. En breve son las próximas elecciones y yo votaré. Respecto al deseo de la AUGC de no presentarse, ellos sabrán por qué lo hacen. El problema es una cuestión de subida de sueldos. Y el primer interesado en que los suban a nuestros hombres soy yo, porque eso conllevaría mejorar sus condiciones y su motivación.

--La relación mando intermedio-agente no ha evolucionado mucho y las bajas psicológicas son numerosas. Tal vez, las duras penas a quienes inclumplen las normas influyen en este sentido...

--Como ya he dicho, yo estoy de acuerdo con lo que es legal y, hoy por hoy, tenemos un régimen disciplinario que contempla la pena privativa de libertad. Pero nuestro director general está haciendo un estudio para suprimirla. Y me parece muy bien. Lo que sí es seguro es que debe haber un régimen disciplinario. Eso sí, hay gente que emplea la baja como arma.

--Ya, pero algún problema habrá cuando han creado una comisión para estudiar los suicidios.

--Claro que hay suicidios, como en todo los colectivos. Somos 73.000 hombres con un arma, de modo que el pobrecico que quiere matarse puede hacerlo con facilidad. Pero esa medida es para intentar evitar que se produzcan más casos. De hecho, el coronel que creó la comisión es amigo mío y se ha entrevistado con agentes que trataron de quitarse la vida para ayudarles y estudiar su perfil.