--¿Cuál era la situación de la localidad al llegar usted a la alcaldía hace ya 22 años?

--Teníamos un municipio a medio desarrollar, muchos proyectos en mente para mejorarlo, pero nos encontramos con el primero de los obstáculos: la falta de financiación.

--¿Cómo solucionaron el problema de la falta de capital?

--Una de las instituciones que más nos ha ayudado ha sido la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ). Sin su ayuda no hubiéramos podido acometer la mayor parte de los proyectos, aunque no siempre ha sido tan fácil. Por ejemplo, en la primera de las obras que quisimos hacer la DPZ ponía el 70% del presupuesto, pero nosotros debíamos poner el 30% restante. En esta ocasión fueron los propios vecinos los que adelantaron el dinero, para poder llevarlo a cabo.

--Habla usted del primer proyecto que acometió, ¿cuál fue?

--El arreglo de la entrada al municipio y la plaza del ayuntamiento, que utilizábamos como recreo de las escuelas, y el asfaltado de varias calles del casco urbano.

--Las necesidades de aquella época eran muy distintas a las de ahora...

--Sí. En el 1979 se empezó a trabajar para tener nuevos servicios. En la actualidad, una vez que ya disponemos de todos ellos, hay que trabajar por mejorarlos y por impulsar nuevas infraestructuras, adaptadas a las necesidades y demandas de los nuevos ciudadanos. Todo el mundo exige mucho.

--Entre los proyectos que están impulsando actualmente, ¿cuáles destacaría?

--Recientemente, hemos llevado a cabo una reforma en la fuente, de donde tomamos el agua de boca, y estamos reparando los caminos, como el de la Huerta, en el barrio del Canal. Además hemos construido un pabellón multiusos y las piscinas municipales. También se ha arreglado el camino del Esterzabanero, que llega hasta los Aguarales de Valpalmas y en el año 2005 se realizará el asfaltado del camino del Canal de Molino.

--¿Y qué puede decir de las comunicaciones?

--En este apartado se encuentra el proyecto que más años llevo queriendo impulsar, concretamente, los 22 que llevo de alcalde. Se trata del asfaltado de 1,2 kilómetros de una pista que une Puendeluna con el pantano de la Sotonera, que es muy transitada. Además, llevamos años reivindicando que nos reparen la carretera que une nuestra localidad con Ardisa.

--¿Por qué este interés por mejorar las vías?

--Porque así podríamos impulsar el turismo como alternativa económica, aunque va a ser muy difícil porque se requieren de nuevas inversiones y de iniciativas empresariales que vengan desde fuera, ya que la población en Puendeluna está muy envejecida.

--Ahora, ¿cuál es la principal actividad económica?

--La agrícola. En Puendeluna tenemos una orografía muy peculiar que limita el tipo de cultivos, que son todos de secano. En nuestro caso, el agua no es el futuro del municipio, como pasa en otras zonas.

--Tras tantos años, ¿cómo calificaría su experiencia?

--Ha sido muy positiva. Estoy encantado de haber hecho tantas cosas por este pueblo. En Puendeluna no había nada y ahora tenemos una localidad bien arreglada y con muchas comodidades. En parte, lo hemos conseguido con el apoyo de los vecinos.

--Después de esta declaración, ¿se deduce que volvería a repetir?

--Sin dudarlo, aunque, a veces resulta duro, porque te toca hacer de todo. Así, actualmente soy el alcalde, pero también el alguacil, el albañil de la brigada municipal, el que corta el césped de la piscina...

--¿Qué ocurre con el puente?

--Actualmente, el consistorio trabaja en la recuperación de un puente colgante llamado El puente de Luna , que se hundió al pasar sobre él un gran rebaño de ovejas. Tras esto sólo quedó una gran pilastra de piedra que se restaurará. Hemos pedido ayuda a Adefo Cinco Villas, para que nos proporcione la financiación.